El 14 de julio de 1941, hace justo 75 años, en los campos de batalla de la Segunda Guerra Mundial intervinieron los lanzamisiles múltiples BM-13 de producción soviética, que establecieron los estándares de una nueva clase de piezas de artillería. Hoy en día, los videos documentales con sus salvas son uno de los símbolos de la victoria de la Unión Soviética sobre el nazismo.
Bautizados de manera cariñosa por soldados soviéticos como 'Katiusha' —el diminutivo del nombre femenino Ekaterina—, esta arma provocaba el susto de los soldados enemigos. Existen varias versiones sobre cómo obtuvo su sobrenombre, aunque es posible que proceda de la primera letra de Kóstikov, el apellido de su diseñador, o de la compañía que los fabricaba, denominada Kalinin.
Su primer combate
La primera batería experimental, compuesta por siete elementos, entró en combate con éxito el 14 de julio de 1941 —menos de un mes después de que Alemania comenzara su agresión a la URSS—, gracias a que sus proyectiles incendiario-explosivos de 132 mm destruyeron un importante nudo ferroviario repleto de trenes alemanes cerca de la ciudad de Orsha (Bielorrusia) y un pasadero sobre el río Órshitsa.
Sin embargo, los artilleros de esta batería no pudieron llegar hasta Berlín. En otoño de ese mismo año, la batería bajo el mando del capitán Fliórov cayó en una emboscada. En los últimos momentos de su vida, los soldados soviéticos detonaron las bombas con las que estaban minados estos vehículos.
Historia
El sistema BM-13, dotado de proyectiles de 132 mm, fue probado el 21 de junio de 1941 —un día antes del inicio de la guerra— y, ese mismo día, Iósif Stalin firmó la disposición para su fabricación en serie. A principios de agosto de 1941 la Unión Soviética ya había formado ocho regimientos, cada uno con 36 lanzadores.
Los alemanes apodaban a esta instalación 'el órgano de Stalin', debido a que su estructura se asemejaba a ese instrumento musical y el rugido que acompañaba al lanzamiento de cohetes recordaba a su sonido.
El Katiusha fue un arma eficaz contra grandes grupos de infantería y artillería y era capaz de cubrir una extensa superficie con una salva. Además, el efecto psicológico que provocaba su uso resultaba casi igual de aturdidor.
La movilidad de la instalación, cuyas rampas de lanzamiento normalmente se montaban sobre camiones, permitía que se pudiera retirar con rapidez para evitar el fuego de respuesta. Entre sus desventajas se encontraba su poca precisión y su incapacidad para destruir objetivos blindados.
Katiusha en cifras
- Las Katiusha participaron en las principales operaciones de la Segunda Guerra Mundial.
- Su alcance era de 8.470 metros y uno de sus cohetes pesaba 42 kilogramos. Cada instalación podía disparar 160 cohetes en una hora.
- Al final de la contienda, la artillería soviética contaba con 519 grupos de estas instalaciones: más 3.000 vehículos en total.
- Entre 1941 y 1945 la URSS fabricó alrededor de 12 millones de cohetes.