¿Es el terrorismo una amenaza real para América Latina?
Desde hace varios años se especula con la posibilidad de que el terrorismo islamista opere en distintos países de América Latina. Esta idea ha sido difundida, sobre todo, por usinas intelectuales y periodísticas afines a la política exterior de los EE.UU.
En el mes de abril el periodista y operador político Andrés Openheimer publicó un artículo en el diario argentino 'La Nación' llamando a tomar "más en serio" el peligro del Estado Islámico (EI) en el continente.
Una de las fuentes que cita Openheimer es el secretario general de la OEA, Luis Almagro, que le dijo que "hay personas de países de las Américas y el Caribe que están retornando, algunos después de haber participado en la guerra en Siria. No podemos especular cuántos, pero suficientes como para llevar a cabo acciones (terroristas)". Al mismo tiempo menciona también "un reciente estudio del Soufan Group, una empresa privada de inteligencia militar con sede en Nueva York" que sostiene que 76 jóvenes de América del Sur se han sumado a las filas del EI.
A partir de esto Openheimer desarrolla también la teoría de una presunta participación de Hezbollah en la región y su "gran presencia en Venezuela", sin dar muchos más datos.
Poca información
"En su momento hubo medios que salieron fuerte con la idea de que había una red de Al Qaeda en la triple frontera, pero el único indicio es la presencia de una comunidad islámica, lo cual habla de un sesgo bastante discriminatorio", explicó a RT el periodista especializado Julián Aguirre.
Asimismo, Aguirre subrayó que "nunca hubo un intercambio de información al respecto que aporte pruebas contundentes". Sobre el informe del Soufan Group mencionado por Openheimer sostuvo que si bien habla de "extranjeros combatiendo en Siria y menciona que hay 23 argentinos", luego "no aporta otro dato sobre su identidad".
El periodista argentino reconoció que "la inexperiencia de la región hacia este tema sumado a cosas como la corrupción estructural en varios niveles del Estado hace que puedas experimentar una infiltración de algún tipo". No obstante de ahí a hablar del "establecimiento concreto y sólido de redes de organizaciones terroristas, que suponen logística, información, adoctrinamiento, casas seguras y un largo etcétera, estamos muy lejos".
"El islamismo está muy por detrás de otras cuestiones, además de que el grado de involucramiento de nuestra región en los conflictos de Medio Oriente y el tamaño de las comunidades musulmanas es pequeño", añadió. Finalmente, señaló que por lo menos en su "experiencia personal" en Argentina, "se trata de comunidades ya integradas a la sociedad, con varias generaciones y que no experimentan el nivel de alienación y marginación que en Europa alimenta el trabajo de reclutamiento" de organizaciones terroristas.
¿Qué es el terrorismo?
La integrante del Departamento de Medio Oriente del Instituto de Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional de la Plata, Ana Schinder, aportó su mirada para comprender mejor de qué hablamos cuando hablamos de terrorismo. La licenciada en ciencia política explicó que "son las acciones lo que se considera terroristas y luego ese término se aplica al grupo de personas" que las lleva a cabo. "En realidad podrían definirse como organizaciones con objetivos políticos concretos. Es una acción racional. Se trata de una violencia planificada", apuntó.
Citando a Patricia Kreibohm, que es "quién mejor ha trabajado el tema", Schinder analizó que es importante tener en cuenta a quién se denomina terrorista y quién lo hace. "Así como una organización para algunos puede ser considerada terrorista, para otros puede ser un grupo que lucha por la libertad", señaló.
"Es un paradigma que va cambiando a lo largo de la historia. Una organización puede ser considerada terrorista en un momento y en otro no", sostuvo. En ese sentido destacó que "el caso más paradigmático" es el de Irán, que si bien "está dentro del 'eje del mal' puesto por EE.UU." cuando a la potencia norteamericana "le convino sentarse a negociar por cuestiones geopolíticas no tuvo problema".
Finalmente, el periodista llamó la atención sobre un aspecto que suele malinterpretarse. "El islam actúa como ideología en tanto se trata de una determinada interpretación, hecha por personas aquí y ahora, en determinados contextos sociales, económicos y políticos", dijo. Ello explica que "cada una de estas utilizaciones y aplicaciones del islam sea particular y única, y, sobre todo, cambiante", añadió.
En otras palabras, "el islamismo nunca nombró algo homogéneo". "Cada partido, movimiento o agrupación es diferente en cuanto al lugar de procedencia y momento histórico en el que se encuentra, por lo tanto todas las agrupaciones islamistas son producto de un particular proceso histórico y social determinado", concluyó.
Santiago Mayor