La "decisión final" de un tribunal de arbitraje de La Haya sobre la disputa en el mar de la China Meridional, que "ha pasado caso desapercibida" para los medios de comunicación, pronto "se considerará como el inicio de la guerra fría entre EE.UU. y China en la región de Asia y el Pacífico", estima la analista Elena Pustovóitova en el portal de la Fundación de la Cultura Estratégica.
La Corte Permanente de Arbitraje de La Haya, fundada en 1899, es la organización más antigua para la solución de diputas internacionales. Sin embargo, según la autora del artículo, "muy pronto se convirtió en una sirvienta de EE.UU." y hoy en día, no representa una autoridad judicial, sino más bien "una lista de personas de la que las partes de la disputa eligen en cada caso a los árbitros, estableciendo así una corte".
"Pekín considera el conflicto como una orden política de EE.UU."
En este sentido, la analista recuerda que Filipinas recurrió a la Corte de Arbitraje Internacional hace tres años, y lo hizo "de manera unilateral y después de largas consultas con Washington".
"Por eso, Pekín se ha negado desde el principio a participar en el procedimiento: no eligió a los jueces y, en general, considera el 'conflicto territorial' en el mar de la China Meridional como una orden política de EE.UU.", detalla la experta.
Pustovóitova recuerda que durante la reciente reunión Diálogo Estratégico y Económico China-EE.UU. (SED) John Kerry instó a Pekín a no resolver los problemas en la región de forma unilateral. "Pero a Pekín no le importaría si Washington respetara los dos mil años de la presencia de los chinos en las islas en disputa" y si la diplomacia estadounidense "reconociera el derecho internacional del mar", enfatiza la analista.
Además, la autora hace hincapié en que inmediatamente después del fallo del tribunal el jefe del Pentágono, Ashton Carter, discutido con el ministro de Defensa de Filipinas, Delfin Lorenzanu, "las nuevas circunstancias" de la situación en la región.
¿Permitirá China que Washington mande en sus aguas territoriales?
¿Está dispuesto Pekín "a permitir que Washington mande en sus propias aguas territoriales", se pregunta la experta para responder que "al parecer, no lo está".
Así lo demuestra la declaración del líder chino, Xi Jinping, quien afirmó el día del fallo que la soberanía territorial, así como los derechos e intereses de China en el mar de la China Meridional, bajo ninguna circunstancia deben verse afectados por la decisión del arbitraje, lo que significa que "Pekín ha aceptado el desafío de EE.UU.", opina Pustovóitova.
En su opinión, existen muchos mitos sobre la situación en el mar de la China Meridional propagados por los medios occidentales por una sola razón: "EE.UU., que ha llenado esta zona del mundo con bases militares y portaaviones, no quiere hacer espacio en una casa ajena".
- La semana pasada, la Corte Permanente de Arbitraje de La Haya declaró que China no tiene "derecho histórico" sobre los territorios en disputa en el mar de China Meridional, y que Pekín "ha violado los derechos de soberanía de Filipinas" en su zona económica exclusiva.
- Dos archipiélagos del mar de la China Meridional, las islas Paracelso y las islas Spratly, son objeto de una antigua disputa territorial entre China, Filipinas, Malasia, Brunéi, Indonesia y Vietnam. Estos países aspiran a controlar ambos territorios tanto por razones económicas –se cree que albergan reservas de petróleo y gas– como estratégicas, pues están situados en una ruta marítima muy transitada.
- EE.UU. también participa en el conflicto, debido a que apoya abiertamente a Filipinas y Vietnam, y urge a Japón a armarse para contrarrestar el creciente poder chino.
- Los estadounidenses tratan de demostrar su influencia en la región mediante el aumento de su fuerza militar y la de sus aliados. En los últimos meses, Washington ha enviado varios buques de guerra a las aguas en disputa, mientras que los aviones estadounidenses han realizado numerosas misiones de vigilancia sobre la zona.