Según la publicación británica 'Times Higher Education' (THE), la República Federativa de Brasil es el país latinoamericano con mejores universidades de la región latinoamericana.
El análisis suscrito por THE agrega que el alto nivel alcanzado por el gigante suramericano se basa en "sus publicaciones de calidad, su elevada producción de patentes y su alto gasto en investigación y desarrollo en relación al producto bruto interno".
Los países que siguen en la lista de 50 universidades son: Chile, México, Colombia, Costa Rica, Perú y Venezuela.
A conocerse esta lista, académicos suramericanos como Atilio Borón, Pablo Gentili o Luis Bonilla-Molina a través de los medios de comunicación han insistido en que lo importante es debatir sobre a la importancia estratégica que en la actualidad tienen las universidades, no sobre 'rankings'.
Acceso desigual
En entrevista con RT, el venezolano Luis Bonilla-Molina, presidente del Consejo del Instituto Internacional de la Unesco para la Educación Superior en América Latina y el Caribe (IESALC-UNESCO), asegura que en toda la región sigue siendo desigual el acceso a las universidades.
"El tema de la inclusión universitaria está claramente asociado al horizonte de los proyectos políticos que se impulsan en la región. Gobiernos que promueven sociedades elitistas generan políticas de cobertura universitaria limitada, por el contrario Gobiernos comprometidos con proyectos emancipatorios hacen de la inclusión universitaria una tarea central. A distintas velocidades y con características variadas los llamados Gobiernos progresistas han generado niveles de inclusión en la educación universitaria sin precedentes en la historia regional".
El caso más destacable, apunta, es el de Venezuela, que paradójicamente no aparece dibujado en la tabla de 'rankings' publicada por THE.
"Venezuela pasó de una matrícula universitaria cercana a los 700.000 estudiantes en 1998 a casi 2.500.000 en el año 2015. En el 2016 la asignación de cupos universitarios en Venezuela, solo para este año, superó la matrícula total de estudiantes universitarios existentes en el año 1992 en ese país. La educación universitaria en Venezuela está presente en el 99% de los municipios del país, algo sin precedentes en la región y el mundo", asegura Bonilla-Molina.
Pero a pesar de cifras como las citadas, el aspecto 'Inclusión universitaria' no es un indicador de importancia para la mayoría de los 'rankings' universitarios fomentados por organismos económicos globales como el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) o la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), interesados fundamentalmente en atar la educación universitaria al modelo de producción del capitalismo.
Para el académico venezolano: "Los 'rankings' son instrumentos políticos de un modelo de dominación a escala planetaria, propio de la globalización y la mundialización cultural".
Política y educación
Una buena parte de los cambios educativos de Latinoamérica tienen que ver con los movimientos políticos ocurridos desde inicios de la década del 2000, cuando aparecen en escena Gobiernos ubicados a la izquierda del espectro, explica un informe de la fundación mexicana Scielo.
"El cambio de siglo ha traído consigo nuevas condiciones para el mundo universitario latinoamericano; en ese cambio, las transformaciones económicas y políticas de la región son un dato clave", dice el informe.
¿Universidad necesaria?
Refiriéndose a la actual situación política, económica y social de este lado del mundo, Luis Bonilla-Molina puntualiza que la universidad latinoamericana tiene una falla de origen que no le permite ser útil ni a una propuesta de capitalismo, ni a Gobiernos progresistas de corte socialista.
"La universidad es una conquista social de singular importancia para la democratización del saber y su relación con la transformación social. Sin embargo, no es osado señalar que en el presente presta un limitado aporte a los cambios sociales en su conjunto y mucho menos a los proyectos emancipatorios en América Latina y el Caribe (…) la universidad comienza a ser percibida socialmente como quieren estos llamados 'rankings', como instituciones de titulación para acceder al campo laboral, distantes del imaginario que habían construido décadas atrás de espacio para soñar y pensar lo social, lo humano y el contrapoder".
Las universidades, opina el venezolano, no fueron pensadas para el desarrollo de las naciones dominadas, ni para la formación de sus ciudadanos, mucho menos para el desarrollo de un conocimiento, ciencia y tecnología que les permitiera ser independientes. "Fueron arietes conceptuales de un conocimiento que reproducía el orden de dominación. No fueron universidades desarrolladas a partir de las necesidades de la gente y los requerimientos de sus sociedades, sino implantadas desde las naciones que se asumían conquistadoras y por lo tanto dueñas de los nuevos territorios".
Década de crecimiento
Hacia 2009, Unesco daba cuenta de los aumentos en matrícula universitaria en toda el área.
En ese documento, Cuba ocupa el primer lugar, con 109% de matriculación, seguido de Venezuela con 83%; Argentina con 67%; Uruguay con 64% y Chile con 52%. Posteriormente aparecen, Panamá, (45%); Perú (35%), Colombia (32%), Brasil (30%), México (27 %), El Salvador (22%) y Guatemala (18%).
El 'ranking'
Pero, ¿qué significa que las universidades que aparecen en los mejores lugares del 'ranking' de THE estén ubicadas en Brasil, Chile, México y Colombia? ¿Es mera casualidad?
El presidente del Consejo del IESALC, aclara a RT que "los 'rankings'" son promovidos por los grandes organismos económicos globales que desarrollan la política de las naciones más poderosas del mundo.
"En consecuencia, procuran construir modelos de universidades que desarrollan la propuesta de educación centrada en las competencias y que están instaladas en países con tareas muy concretas en este modelamiento".
Recuerda que la industria cultural impulsa la noción de universidades exitosas en países destinados a jugar un papel especial en la arquitectura productiva y financiera global.
"Para el capitalismo salvaje algunos países están convocados a desarrollar un modelo de educación universitaria que se convierta en paradigma a globalizar respecto a la dependencia de las universidades con el modelo de producción. Ese es el propósito de los 'rankings'", dijo Luis Bonilla-Molina.
Ernesto J. Navarro