La Organización de Inteligencia Nacional de Turquía (MIT, por sus siglas de turco) estaba al tanto de los preparativos para el golpe de Estado en el país, de lo que advirtió al Ejército unas horas antes, informó la revista turca 'Nokta'.
Según la publicación, la inteligencia obtuvo la información a las 16:00 del viernes pasado, y media hora más tarde el subsecretario de la MIT, Hakan Fidan, la compartió con el subcomandante de la Fuerza Aérea, Yasar Güler.
A las 18:30 el jefe del Estado Mayor General de Turquía, Hulusi Akar, ordenó el cierre del espacio aéreo turco para cualquier vuelo militar y prohibió traslados de fuerzas y material bélico.
El semanario sostiene que la intentona inicialmente fue planeada para las 03:00 del sábado, pero al ser revelados sus planes, los golpistas pasaron a actuar a las 21:00 del viernes.
Las Fuerzas Armadas turcas han confirmado en un comunicado que habían conocido de antemano sobre los planes de los golpistas, informó la agencia RIA Novosti.
La fallida tentativa de golpe de Estado, que desembocó en enfrentamientos en Ankara y Estambul, dejó 208 muertos y unos 1.500 heridos.
¿El instigador del golpe de Estado fallido?
Las autoridades turcas consideran que Fethullah Gulen, que vive en EE.UU. y figura en varios listados de las personas con más influencia en el mundo, es el 'cerebro' del golpe de Estado militar fallido que tuvo lugar el pasado viernes.
Este 19 de julio Turquía ha solicitado oficialmente a EE.UU. la extradición del opositor Fethullah Gulen, ha declarado en el Parlamento este martes el primer ministro Binali Yildirim, informa la agencia Anadolu. "Hemos enviado cuatro archivos a EE.UU. solicitando la extradición del 'líder terrorista'", afirma Yildirim.
Anteriormente el primer ministro ha señalado que Turquía puede reconsiderar sus relaciones amistosas con EE.UU. en caso de que Washington no extradite al clérigo musulmán. "EE.UU. es nuestro amigo y socio estratégico. Tenemos estrechas relaciones con ellos. Sin embargo, les digo (a EE.UU.) que existe una amenaza global, un intento de derrocar a un Gobierno legítimo; aquí no hay religión ni valores religiosos", ha afirmado.
Por su parte, el clérigo negó "rotundamente" su supuesta vinculación con los recientes acontecimientos y denunció la intervención militar en la política.