El misterio de los diez votos secretos: ¿Ha pactado el PP con los independentistas?

Los diez votos de más que recibió la candidatura del PP y Ciudadanos para configurar la Mesa del Congreso ha disparado las especulaciones sobre los posibles pactos secretos del PP.

Los candidatos de Ciudadanos y PP, respectivamente, recibieron 179 votos, es decir, diez más de los que suman sus respectivas formaciones. ¿De dónde salieron esos diez votos? Ésta es la pregunta que tiene el vilo a toda la escena política española. Porque muy probablemente este apoyo para la constitución de la mesa prefigure lealtades más decisivas: los apoyos que el PP necesita en la investidura.

Las hipótesis

Con toda probabilidad, 5 de esos votos proceden de la formación catalanista Convergéncia Democrática de Cataluña (CDC). Su líder, Francesc Homs ni siquiera lo ha negado; se ha limitado a desmentir cualquier pacto con el PP o con Ciudadanos y a recordar que el voto es secreto. Sobre los motivos que tendría CDC para apoyar de esa manera la constitución de la mesa sería su intento de conseguir grupo parlamentario propio, ya que no han obtenido votos necesarios para ello. La hipótesis toma aún más fuerza si recordamos las palabras de la secretaria de Estudios y Programas del PP, Andrea Levy, que ha dicho que ve posible que se aplique la "cortesía parlamentaria" para permitir que CDC tenga grupo propio en el Congreso. Todo parece bastante claro, pero Francesc Homs insiste en negar cualquier tipo de acuerdo: "algunos quieren hacer una gran teoría política sobre una aproximación por razones espurias. Pues ya lo verán los próximos días y semanas", ha declarado. 

Las siguientes hipótesis están menos claras. Sólo podrían provenir del PNV, ERC, Coalición Canaria o Bildu. Es posible que Coalición Canaria haya apoyado con el voto de su único diputado (aunque lo han desmentido), pero incluso en ese caso seguiría habiendo otros cuatro votos sin explicación clara. 

Por otra parte, es francamente improbable que una fuerza como Bildu, abanderada del independentismo vasco más radical -y con un pasado ideológicamente ligado al terrorismo abertzale- haga algún acercamiento a PP o a Ciudadanos mas allá de la mera abstención. Y el caso de Esquerra Republicana de Cataluña (ERC), una fuerza separatista que propugna directamente la secesión de Cataluña, es también virtualmente descartable como procedencia de alguno de esos 10 votos. Además, las declaraciones de su lider, Joan Tardá, lo dejan claro: "Si alguien cree que nosotros hemos votado al PP o a Ciudadanos, es que es tonto o no se entera de nada o no nos conoce".

Por lo tanto, es el Partido nacionalista Vasco (PNV) quien se perfila como principal "sospechoso" de haber emitido esos otros votos. La lógica más elemental, desde luego, apoya esta hipótesis, reforzada además por el hecho significativo de que el PP les ha cedido una silla en el Senado. Los diputados del PNV no han reconocido, ni mucho menos, la autoría de esos votos. 

Las Reacciones

El PSOE y Podemos no dudan de la existencia de pactos del PP con las fuerzas nacionalistas CDC y PNV. 

En la rueda de prensa posterior a la sesión constitutiva de la Cámara, el portavoz del PSOE, Antonio Hernandez, ha señalado que este asunto de los votos secretos "da muchas pistas de lo que puede pasar las próximas semanas" en cuanto a la formación de gobierno. Hernando ha señalado que ésos son diez votos "que no traen las cigüeñas ni vienen de París", sino que los traen los diputados, y que "no se han producido gratis".

"Hemos pecado de ingenuos -ha dicho por su parte Pablo Iglesias, lider de Podemos-. A partir de ahora todo es posible. Habrá que preguntarles a Convergencia y al PNV qué van a hacer en la investidura".

Una reacción interesante -y hasta cierto punto llena de lógica- es la que se ha producido en el seno de Ciudadanos. Su vicesecretario general, Jose Manuel Villegas, en declaraciones a la cadena de televisión La Sexta, ha afirmado que "si efectivamente hubiera un pacto entre el Partido Popular y los independentistas nos veríamos obligados a reconsiderar nuestra decisión de abstenernos, que en principio era una postura estable, para volver al no". Esto sería una dificultad añadida en el accidentado camino del Partido Popular hacia el logro de su mayoría parlamentaria, y por extensión, un nuevo escollo para la gobernabilidad de España.

David Romero