Un padre que perdió a su hijo en el tiroteo del viernes en el centro comercial Olympia de Múnich expresó su dolor y confusión por los acontecimientos que le quitaron la vida a su hijo.
Naim Zabergja confiesa que todavía no puede aceptar que su hijo Dijamant, de 21 años, haya muerto. "Vivo como en una pesadilla. Todavía no puedo creer lo que ha sucedido. Nadie en nuestra familia puede creerlo", dijo el hombre a la agencia Ruptly.
Zabergja, que es agente de Policía, describió los últimos momentos de la vida de su hijo según se lo contó el amigo de Dijamant, que se encontraba con él cuando le dispararon pero logró huir. "Dijo que había comprado algunas bebidas y quería sentarse fuera para tomárselas. El atacante se encontraba solo a dos metros de ellos".
Un vecino de los Zabergja, Daron Hassam, también fue al lugar de los hechos para llorar la pérdida de su amigo. "Vine aquí con mi familia, con mis amigos, con mis hijos, porque nuestros pensamientos están con los familiares de las víctimas", dijo. "Personas inocentes han muerto. Me pregunto: ¿por qué?", añadió el hombre, conteniendo las lágrimas.
El viernes 22 de julio el centro comercial Olympia de Múnich fue escenario de un tiroteo. Al menos 10 personas murieron en el ataque, entre ellas el presunto agresor, Ali David Sonboly, un alemán de origen iraní de 18 años. Según la Policía, el sospechoso se suicidó y pudo haber actuado solo.