Descubren una mujer con una visión sobrehumana

Neurólogos británicos han encontrado una mujer cuyo aparato visual puede distinguir 99 millones de colores más que el resto de los humanos.

Tras unos 25 años de intensas búsquedas científicos de dos universidades del Reino Unido han encontrado a una persona cuyo aparato ocular tiene un tipo adicional de células cónicas, que son las que detectan el color, informa el portal Science Alert.

El aparato visual de la mujer, que es médico de profesión y reside en el norte de Inglaterra, puede detectar hasta 99 millones de colores más que el resto de las personas, según las estimaciones.

Quienes como ella cuentan con cuatro canales independientes para la recepción de información de color se les llama tetracrómatas. Los especialistas creen que no es la única del planeta. En cambio, la mayoría de los seres humanos son tricrómatas, o lo que es lo mismo, tienen tres tipos de células cónicas en el aparato visual.

Cada tipo de célula cónica es capaz de distinguir alrededor de 100 matices, por lo que cuando se considera todas las combinaciones posibles de estas tres, se alcanzan casi un millón de colores diferentes.

La mayoría de personas ciegas al color solo cuentan con dos tipos de células cónicas en funcionamiento, lo que les permite ver únicamente 10.000 tonos. Casi todos los demás mamíferos, incluidos perros y monos del nuevo mundo, son también dicrómatas.

No es el caso excepcional de esta ciudadana británica, cuyo aparato visual le faculta para cer unos 100 millones de colores. Los científicos aseguran que han estado buscando a esta persona durante más de un cuarto de siglo. Hace 25 años, Gabriele Jordan de la Universidad de Newcastle y John Mollon de la Universidad de Cambridge ya argumentaron que el fenómeno del tetracromatismo podía darse en seres humanos y que era  más probable que ello ocurriera con las mujeres.

La clave reside en el hecho de que los genes de conos rojos y verdes se encuentran en el cromosoma X. Como las mujeres tienen dos cromosomas X, pueden potencialmente tener dos versiones diferentes de los genes, con códigos para conos sensibles a rangos ligeramente distintos del espectro.