Los fumadores que intentan dejar el tabaco también tienden a dejar de beber en exceso, ha revelado un estudio llevado a cabo por investigadores ingleses, informa 'Daily Mail'. La finalidad del estudio era investigar la relación entre el abandono del tabaco y el consumo de alcohol.
En el estudio han participado alrededor de treinta mil personas, de las cuales seis mil fumaban en el periodo comprendido entre marzo de 2014 y septiembre de 2015. De estos, 144 habían intentado dejar de fumar una semana antes del estudio. Durante la investigación los voluntarios rellenaron un cuestionario sobre el consumo de alcohol.
Los científicos clasificaron a los fumadores como bebedores excesivos y moderados y analizaron sus esfuerzos por reducir el consumo de alcohol.
La investigación demostró que los fumadores que habían intentado renunciar al tabaco en la última semana bebían mucho menos que los otros, especialmente en los casos de consumo elevado, lo que resultaba beneficioso para el hígado, afirma el autor principal del estudio, Jamie Brown.
Según los investigadores, los resultados del estudio contradicen la creencia popular de que las personas que han dejado de fumar comienzan a beber más.
Por otra parte, el consumo de alcohol a menudo provoca el retorno de los exfumadores al tabaco, por lo que Brown sugiere a los fumadores que deseen dejar para siempre la nicotina que renuncien al consumo del alcohol para evitar las recaídas.