El presidente del Comité de Exteriores del Consejo de la Federación de Rusia, Konstantín Kosachev, asegura en una entrevista con el periódico ruso 'Izvestia' que, aunque "por suerte", ahora no existe el riesgo de que se produzca una segunda crisis de los misiles entre EE.UU. y Rusia o crisis del Caribe, como se la denomina en Rusia, "tarde o temprano nuestros oponentes pueden llegar a este punto".
El político ruso explica que, en lugar de seguir sus obligaciones en conformidad con la Carta de París de 1990, Estados Unidos y sus aliados de la OTAN tratan de asegurar su propia seguridad a expensas de lograr la superioridad militar unilateral. "Se expande la OTAN, suben los presupuestos militares, se crean nuevos tipos de armas", enumera Kosachev.
En este sentido, el diplomático se lamenta por el hecho de que "la seguridad vuelve a dividirse entre la privilegiada, para ellos [la OTAN y sus aliados], y la restante para todos los demás". Kosachev compara la situación de la seguridad en el mundo con un avión de tres clases. "La primera clase es la de la OTAN, la clase 'business' que acoge a los aliados leales a la OTAN, aquellos que comparten el modelo y la economía de la clase unipolar, mientras que la clase económica es para todos los demás", explica el político.
Sin embargo, según el diplomático, todas las clases de avión comparten un problema común: "No se puede dividir la seguridad en clases y pensar que si la has asegurado para ti mismo de forma exclusiva, estás a salvo", comenta.
"En la forma en como lo crean EE.UU. y sus aliados, este modelo amenaza los intereses de seguridad colectiva", sostiene Kosachev, que subraya que no es la OTAN como tal la que supone una amenaza, sino la demanda de la OTAN de cultivar la seguridad solo para un grupo de Estados. Según el político ruso, este modelo impide hacer frente a esas amenazas.
"Si la OTAN no se hubiera salido de sus límites geográficos, no habría molestado a nadie", afirma Kosachev, que recuerda cómo en los últimos años la OTAN realiza un concepto de seguridad de la alianza "fuera de sus propias fronteras". "Yendo más allá de las fronteras, la OTAN declara de inmediato que para ellos no existe ni un lugar en el mundo que les resulte indiferente, y que la desestabilización de la situación en cualquier parte del mundo es una amenaza para los intereses de la Alianza", continúa el político.
Según Kosachev, Rusia no interfiere en los asuntos internos de la OTAN y por eso está en contra de que la Alianza intervenga en los asuntos de Rusia. El hecho de que Rusia no se ponga de acuerdo con el modelo unipolar del mundo propuesto por la OTAN no amenaza a la seguridad de la Alianza y no es una razón para rechazar las "numerosas" propuestas de Rusia de establecer "una seguridad indivisible y colectiva", recalca.