Venezuela obtuvo una nueva victoria jurídica luego que un tribunal en EE.UU. fallara a favor del país por el caso de los bonos fraudulentos de Bandagro.
Bandagro, las siglas del Banco de Desarrollo Agropecuario, era una entidad financiera que fue intervenida en 1981. La Procuraduría General de la República explicó, mediante nota de prensa, que una red de estafadores internacionales falsificó notas promisorias por cientos de millones de dólares para intentar cobrarlas en otras partes del mundo, refiere AVN.
Una de las empresas que obtuvo esos bonos, supuestamente emitidos por Bandagro, fue la firma norteamericana Skye Ventures. En 2004, la compañía demandó a Venezuela para exigir el pago de 100 millones de dólares más intereses ante un tribunal de Ohio.
"En la decisión, el juez declaró la falsedad de las notas y dejó claro que ninguna acción de la República o sus funcionarios puede llegar a considerarse como una validación de esas notas", refiere la Procuraduría.
El fallo no sólo aplica para la empresa norteamericana que demandó, sino para los posibles tenedores de esos mismos bonos fraudulentos en el resto del mundo.
La trama del fraude
Según el director de la empresa, David Richards, Skye Ventures adquirió los bonos a través del Grupo Triad, una firma panameña dirigida por James Paolo Pavanelli, quien murió en extrañas circunstancias en 2010 y había sido condenado por estafa en varios tribunales internacionales, detalla el portal Noticias 24.
La sentencia del tribunal consideró que la firma estadounidense no era un tenedor "de buena fe", puesto que la compra de los bonos se efectuó cuando habían suficientes indicios de que eran falsos y que la deuda no existía.
No obstante, poco después de comprar las letras en 2004, Skye Ventures demandó a Venezuela. En caso de que ganaran, crearían un efecto dominó en los demás tenedores de esos bonos: si le pagaban a uno, los demás no tardarían en cobrarle a la República una deuda fraudulenta que ascendería a miles de millones de dólares.
En 2012, la Corte Suprema de EE.UU. pidió la opinión de su Procurador para decidir si intervenía o no en la querella, lo que reavivó el caso. Sin embargo, la demanda permaneció en el tribunal de Ohio.
En 2014, los compradores de bonos fraudulentos ejercieron aún más presión contra el Estado y solicitaron un "embargo preventivo" sobre Citgo, la filial estadounidense de la petrolera venezolana, informó en su oportunidad el New York Post.
Sin embargo, después de casi 12 años de litigio, la Procuraduría General de la República de Venezuela, con el apoyo del escritorio jurídico Foley Hoag, ganó una demanda que deja a salvo sus activos y zanja la posibilidad de un cobro posterior por parte de los tenedores de pagarés forjados de Bandagro.
Nazareth Balbás