Una joven británica de 21 años denuncia que lleva cuatro años en Arabia Saudita encerrada por su padre en una habitación con barrotes en la puerta y sin poder utilizar su teléfono móvil ni Internet. El motivo es que la joven besó a un chico, informa el periódico 'The Telegraph'.
Mohammed Al-Jeffery, un profesor universitario de 60 años, se mudó a Arabia Saudita hace cuatro años y se llevó con él a su hija Amina, que había nacido y crecido en Swansea, Gales.
Los abogados que representan a Amina emprendieron acciones legales en Londres tras las denuncias de la joven. Sin embargo, el juez encargado del caso sugirió que Amina se dirigiera al consulado británico de Yeda, la ciudad saudita en la que vive con su padre.
El representante de Amina, Henry Setright habló con miembros del consulado, pero sus peticiones no trascendieron aquella reunión.
Los barrotes han sido retirados de la puerta de la joven. No obstante se la sigue privando de su libertad dentro de la casa. Amina Al-Jeffery además también asegura que en ocasiones no se le permite utilizar el aseo y se ve obligada a orinar en una taza, y en ocasiones su pade le ha hecho pasar hambre.
El representante de la joven afirma que Mohammed Al-Jeffrey "viola los derechos humanos" de Amina. Sin embargo, el hombre ha desmentido todas las acusaciones y asegura que no permite el regreso de su hija al Reino Unido porque podría volver a su antiguo estilo de vida "destructivo" y teme por su salud.