Christine Leinonen, la madre de uno de los jóvenes asesinados en el atentado en la discoteca Pulse de Orlando, participó en la tercera jornada de la Convención Nacional Demócrata que proclamará a Hillary Clinton candidata oficial del partido a la Casa Blanca.
Acompañada por dos amigos de su hijo que sobrevivieron a la masacre, Leinonen conmocionó al público presente con un discurso contra la venta indiscriminada de armas en Estados Unidos. A continuación reproducimos su discurso.
La campana de una iglesia tarda menos de cinco minutos en tocar 49 veces. Y lo sé porque el pasado mes mi hijo Christopher, su novio Ron y otras 47 personas más fueron asesinados en un club de Orlando. Christopher era mi único hijo, y como solía decirle, no puedes ser más perfecto.
Él tenía mucho amigos. De hecho, dos de ellos están aquí representando a los cientos y cientos más que consiguió después de pasarse toda su vida uniendo a la gente. En el instituto ganó el Anne Humanitarian Award por promover una alianza entre sus compañeros homosexuales y heterosexuales.
- "El amor siempre gana al odio"
Los abuelos paternos de Christopher se conocieron y se enamoraron en un campo de concentración japonés. Así que estaba en su ADN saber que el amor siempre gana al odio (Leinonen hace un juego de palabras: “Love always Trump’s hate, para hacer hincapié en la campaña de odio que está llevando a cabo el líder republicano, Donald Trump).
Christopher era un gran simpatizante de Hillary. Por eso estoy hoy aquí. Voy a contaros una historia sobre el día que él nació. En aquel momento yo trabajaba como policía estatal en Michigan. Cuando me puse de parto, el hospital me quitó mi arma y la guardó en un sitio seguro. No me quejé. Sé que estas normas de sentido común respecto a las armas salvan vidas.
- "¿Dónde estaba ese sentido común el día que murió?"
El arma que mató a mi hijo era capaz de disparar 30 balas en un minuto. Un comisario de la ciudad de Orlando se encargó de llamar la atención sobre esta terrible paradoja matemática: un arma tarda solo un minuto en hacer todos esos disparos, mientras que una campana tarda cinco en sonar en honor de todas las vidas que ese arma ha quitado.
Estoy orgullosa de que existieran políticas para que las armas se usen con sentido común el día que nació Christopher. Pero, ¿dónde estaba ese sentido común el día que murió? No me gustaría tener que haceros nunca la misma pregunta a ninguno de vosotros sobre vuestros hijo. Por eso apoyo a Hillary Clinton.
Una jornada caracterizada por los discursos contra las armas de fuego
En esta jornada también participaron supervivientes y familiares de víctimas de otras matanzas similares.
"Aquí estoy sin mi madre mientras demasiados políticos defienden al lobby de las armas y no a las familias americanas", dijo la hija de la directora de la escuela Sandy Hook, en la que 26 personas fueron asesinadas durante un tiroteo ocurrido en diciembre de 2012.
También asistió la exlegisladora Gabby Giffords, que sufrió un balazo en la cabeza en 2011 durante un encuentro con seguidores del partido.
En todos los casos, los testimonios coincidieron en pedir la adopción urgente de medidas legales que dificulten el acceso a las armas de fuego, así como un mayor control en las ventas.
27 muertos al día por armas de fuego
En Estados Unidos los homicidios por armas de fuego son una causa tan común de fallecimiento como la derivada de los accidentes de coche (sin contar aquellos incidentes con furgonetas, camiones, motocicletas o autobuses).
Según un artículo publicado por el New York Times tras la masacre de Orlando, la tasa de mortalidad por armas es de aproximadamente 31 por cada millón de personas, el equivalente a que 27 personas sean tiroteadas todos los días del año.
María Jesus Vigo Pastur