EE.UU. devolverá a Japón 4.000 hectáreas de la Isla de Okinawa, en lo que viene a ser la primera entrega a Tokio de un territorio tan extenso desde 1972, informa Reuters.
La decisión se produce en medio de la tensión generada por el reciente asesinato de una joven japonesa de 20 años, supuestamente por un exmarinero estadounidense. La tragedia desató numerosas protestas como las que se vienen sucediendo con regularidad desde 1995, cuando grupo de militares violó a una colegiala de 12 años.
En el marco de las últimas protestas, los ciudadanos reclaman que las tropas abandonen la isla, así como el traslado del complejo principal de edificios de las Fuerzas Marítimas del centro de Okinawa a las costas del norte, donde casi no hay zonas pobladas.
La presencia militar de EE.UU. en Japón se remonta al final de la Segunda Guerra Mundial. Okinawa acoge la mitad de 50.000 militares radicados en Japón.
La devolución de una parte del campamento Gonsalves había sido acordada en el año 1996, pero hasta la fecha no había sido concretada.