El fotoperiodista de investigación brasileño Nilton Claudino, que en 2008 se infiltró en una de las favelas de Río de Janeiro (Brasil) para documentar la red de extorsión de la Policía y terminó torturado por las autoridades, narra algunos detalles de la experiencia que lo obligó a dejar su país y vivir escondido por miedo a las amenazas.
En una entrevista concedida al portal Sin Filtros, la única ofrecida tras los acontecimientos, Claudino señala que él y su equipo (una reportera y un conductor) estuvieron infiltrados en la favela de Batan durante dos semanas con el fin de sacar a la luz una red corrupta de la Policía Militar. Durante su estadía, lograron integrarse y participar en las rutinas de la comunidad. "Debía contar cómo vivía un pueblo controlado por la Policía. La guerra es entre los policías y los traficantes (…). En medio están los excluidos y nadie hace nada", apuntó.
Sin embargo, días después, la Policía los descubrió, los secuestró y torturó durante horas para evitar que la investigación fuera publicada. Golpes, métodos de asfixia, y maltrato psicológico fueron parte de la traumática experiencia. "Yo nunca pensé que iba ser torturado por la autoridad que debería protegernos", expresó.
Según el periodista, lo que más le interesa a la Policía es el dinero proveniente del comercio de estupefacientes, por lo cual buscan controlar su tráfico. Para ello, cobran "peajes" por la seguridad en las calles e imponen dentro de la población la llamada "ley del terror".
Luego de su liberación, les quitaron todo el material que habían logrado recopilar y Claudino abandonó la ciudad inmediatamente. Desde entonces vive exiliado en un lugar que no quiere revelar y aunque no reconoce del todo si el haber puesto su vida en riego valió la pena a nivel personal, asegura que su trabajo ayudó a mucha gente. "Los periodistas somos el abogado más barato de los excluidos. Si tú no informas, nadie sabe lo que pasa", afirmó.