El exprisionero sirio de Guantánamo Yihad Ahmed Mustafa Diyab acudió al consulado de Uruguay en Caracas solicitando ayuda financiera para viajar a Turquía para reunirse con su familia, informa 'The Washington Post'.
En un comunicado, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Uruguay ha dicho que Diyab llegó al consulado del país en la capital venezolana para informar a los funcionarios de su intención de viajar a Turquía o a otro país con el fin de ver a su familia. El exreo de Guantánamo pidió ayuda del Gobierno de Montevideo para poder hacerlo y dijo que no tenía ningún deseo de volver a Uruguay. Fuentes del ministerio aseguraron que las autoridades venezolanas son conscientes de la presencia de Diyab en Caracas.
El paradero del refugiado era un misterio desde hace más de 40 días, cuando había sido visto por última vez en la ciudad uruguaya de Chuy, fronteriza con Brasil.
Wells Dixon, un abogado del Centro por los Derechos Constitucionales de EE.UU. que defiende a los presos de Guantánamo, dijo que se había exagerado la preocupación por la desaparición temporal de Diyab y por el peligro que pudiera representar el exprisionero.
"Todo el mundo tiene que relajarse en lo referente al señor Diyab", dijo Dixon. "Es obvio que no representa ninguna amenaza para nadie, y es totalmente comprensible que quiera reunirse con su familia después de más de una década de infierno en Guantánamo".
Las autoridades uruguayas dicen que Yihad Diyab, que pasó 12 años en el campo de detención de Guantánamo por presuntos vínculos con el grupo terrorista Al Qaeda, ahora tiene libertad para viajar, aunque no está claro que disponga de medios económicos para hacerlo.
"No es responsabilidad de la República Oriental del Uruguay financiar su viaje a Turquía o a cualquier otro país", ha dicho la Cancillería de Uruguay. "Expresó claramente que en ningún caso era de su interés regresar a Uruguay, pero requirió la ayuda de nuestro país para su propósito", agregó.
Como la mayoría de los prisioneros de Guantánamo, Diyab nunca fue acusado de ningún crimen y sigue afirmando que su largo encarcelamiento fue injustificado. Él, así como muchos otros prisioneros, ha sufrido graves problemas de salud y ahora anda con la ayuda de muletas.
Diyab era uno de los seis expresos que fueron transferidos a Uruguay en 2014 en el marco del programa del presidente estadounidense, Barack Obama, que quería vaciar la cárcel de prisioneros que no planteaban una amenaza para la seguridad.
La Casa Blanca esperaba clausurar totalmente la prisión de Guantánamo antes de que Obama deje el cargo, pero es poco probable que eso ocurra debido a la oposición del Congreso.