El presidente de EE.UU. detalló las explicaciones ofrecidas por su secretario de prensa, Joshua Earnest, sobre el envío de 400 millones de dólares en efectivo en un avión con destino a Teherán. Agregó que el pago había sido anunciado a principios de este año y descartó que estuviera relacionado con la liberación de algunos reclusos de las cárceles iraníes.
"Muchos estadounidenses están siendo retenidos en custodia en todo el mundo", admitió Barack Obama. "No obstante, mantenemos una política según la cual no pagamos rescates. No lo hicimos en este caso, ni lo haremos en el futuro".
Una insinuación sobre el destino del dinero enviado, que lo vinculaba a la liberación de cuatro ciudadanos estadounidenses "injustamente detenidos", había sido publicada recientemente en 'The Wall Street Journal'. El portavoz oficial de la Casa Blanca ya aseguró este jueves que las aserciones de sus autores eran erróneas.
"Estrictos en el mantenimiento de sanciones"
Durante una rueda de prensa en el Pentágono, el propio alto mandatario afirmó que la suma, equivalente a 400 millones de dólares en euros y francos suizos, fue destinada a Irán como devolución del dinero que Teherán transfirió a Washington "en el siglo pasado". Era un pago por adelantado dentro de un contrato de compra de armamentos que nunca se cumplió, debido a las sanciones impuestas a Irán tras la Revolución Islámica de 1979.
"La razón por la que tuvimos que darles el dinero en efectivo es que somos muy estrictos en el mantenimiento de sanciones", dijo Obama. "No tenemos relaciones bancarias con Irán, no podíamos mandarles un cheque o transferirles el dinero".
El presidente agregó que no entiende por qué el envío del dinero específicamente en efectivo llevó a especulaciones. No hubo ningún secreto en la devolución de esa suma a Irán, reafirmó.
Explicaciones anteriores
Horas antes de que el presidente abordara el tema, su portavoz oficial dijo a los medios: "Durante el mandato del presidente Barack Obama EE.UU. no ha pagado ningún rescate para lograr la liberación de los estadounidenses injustamente detenidos en Irán y no lo hará".
Según Joshua Earnest, el dinero llegó al país asiático dentro de un acuerdo alcanzado sin llegar a juicio, en virtud del cual EE.UU. tenía que reintegrar a Irán la cantidad pagada en 1979 por la compra de armas. Después de esta primera transacción, EE.UU. aún deberá pagar 1.300 millones de dólares en intereses.
La transferencia casualmente coincidió con el intercambio de prisioneros, subrayó Earnest. A continuación culpó a los republicanos de insinuar sobre el pago del supuesto rescate y explicó este comportamiento con la resistencia que oponen a la firma y el cumplimiento del acuerdo sobre el programa nuclear iraní.