En el período comprendido entre 2008 y 2015, cerca de 40.000 personas han sido asesinadas en Honduras con armas de fuego, cifra impactante que da cuenta de los niveles de violencia que experimenta la sociedad y la cantidad de armamento disponible en las manos indebidas, informa el diario 'La Tribuna'.
El Observatorio de la Violencia, adscrito a la Universidad Autónoma de Honduras, ha dado a conocer los resultados de un estudio que analiza las cifras de los homicidios perpetrados en los últimos años mediante una metodología que aborda varios aspectos, entre ellos, las causas, acciones y motivos de la cantidad de asesinatos en esta nación.
La directora del ente especializado en el análisis de la violencia en Honduras, Migdonia Ayestas, informó que 39.111 asesinatos perpetrados con armas de fuego se han contabilizado en los últimos 8 años, casi el 81,3% del total de las muertes violentas en el país.
En cuanto a la categorización de los crímenes, el 92% de las víctimas fueron hombres, de los cuales 55% eran jóvenes de entre 12 y 30 años, dos datos en particular útiles para sacar algunas conjeturas acerca de la naturaleza de este tipo de homicidios, muy ligados al espiral violento que vive este país, afectado por el fenómeno de las maras.
Dentro de los departamentos donde se registran más casos de asesinatos con armas de fuego están San Cortés con el 31,8%, seguido de Francisco Morazán (17,3%) y Atlántico (8,4%).
Ayestas indicó que el alto índice de muertes mediante armas de fuego, en ocasiones introducidas en el país de manera ilegal, se debe a "la permisibilidad del Estado al no regular la circulación de las armas".
Con tan solo dos centros de análisis e investigación balística (uno en Tegucigalpa y otro en San Pedro Sula), el proceso para contabilizar y reconocer las armas involucradas en los asesinatos, se torna una tarea titánica, debido a que solo el 20% de las armas involucradas cuenta con registros legales.
'Mar de balas'
Sin duda, la violencia que existe en varios países de Centroamérica es un tema con raíces profundas y causas estructurales.
Concretamente en Honduras, los índices hablan por sí solos: miles de personas asesinadas de manera violenta, en su mayoría, con rasgos de ensañamientos y crudeza.
La Dirección General de Medicina Forense del Ministerio Público de Honduras, informó que en lo que va del 2016, se han recolectado en escenas de asesinatos y masacres cerca de 5.500 casquillos y unas 1.000 balas.
En ocasiones, sostienen miembros de este organismo, se "han registrado hasta 400 casquillos de balas y se han contabilizado más de 10 disparos en un mismo cadáver a la hora de practicar las autopsias".