Las autoridades del estado federado de Renania del Norte-Westfalia, en el oeste de Alemania, están preocupadas por el insuficiente nivel de seguridad en las dos centrales nucleares belgas y por este motivo han decidido adquirir reservas de medicamentos, comunica el portal alemán 'Deutsche Welle'.
Por el momento ya se ha comprado un lote de pastillas de yodo y el próximo otoño se planea adquirir millones de pastillas adicionales para garantizar la seguridad de los ciudadanos en caso de un accidente en las plantas.
Las centrales Tihange 2 y Doel 3 no se encuentran muy lejos de la frontera alemana. Tihange 2, concretamente, está situada a unos 60 kilómetros de Aquisgrán, una ciudad de Renania con una población de 240.000 personas.
Anteriormente se planeaba que las dos centrales funcionaran hasta el año 2015, pero las autoridades belgas han prolongado su periodo de explotación hasta 2025 para conservar puestos de trabajo, lo que ha provocado críticas en Alemania. Los expertos alemanes consideran que la decisión puede provocar un desastre nuclear causado por el desgaste del metal, que puede resultar en una fuga radiactiva.
Las pastillas de yodo están destinadas a las mujeres embarazadas, las madres lactantes, a los niños de hasta 14 años y a las personas mayores de 45 años que residan en Renania del Norte-Westfalia. Dichos grupos de población deben tomarlas como medida preventiva antes del hipotético accidente. En caso de una emergencia se introduciría este procedimiento en todo el territorio alemán para toda la población.