La administración del memorial del antiguo campo de concentración nazi de Auschwitz ha instalado duchas para refrescar a los turistas en los días de calor, lo que ha disparado las críticas de residentes e internautas, informa 'The Independent'.
"No sé en cuanto a ustedes, pero yo no me sentiría muy cómodo duchándome antes de entrar en el campo de la muerte", escribió en Facebook el rabino israelí Ostroff Rafi. El líder religioso judío instó a prestar más atención a los sentimientos de los visitantes, indica el diario israelí 'Haaretz'.
Como macabra curiosidad histórica, antes de morir los presos de este campo fueron obligados a 'ducharse' con el gas venenoso Zyklon B, el cual salía de tuberías especiales instaladas en el techo.
El museo, sin embargo, asegura no tener nada que ver en la instalación de las duchas. De acuerdo con sus declaraciones, la decisión ha partido de la autoridad municipal. Además, las duchas se encuentran fuera del complejo museístico. Concretamente, se sitúan en un aparcamiento municipal.
Los visitantes del museo ya se quejaron el pasado año de la existencia de unos aspersores similares que fueron instalados a la entrada del memorial de las víctimas del más infernal campo de concentración nazi. En él perdieron la vida 1,4 millones de personas.