El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, tendría que invertir sabiamente el tiempo que le queda en su cargo y "restaurar los derechos de las personas" perjudicadas por los 2.000 millones de dólares en activos iraníes que su país tiene congelados, según ha expresado declarado el expresidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, en una carta dirigida a la Casa Blanca que ha publicado el portal Dolate-Bahar.
La misiva, que el antiguo mandatario iraní ha hecho llegar a los norteamericanos a través de la embajada suiza en Teherán, representa los intereses diplomáticos de Irán e insta a Obama a "arreglar rápidamente" el problema que generó una sentencia emitida por el Tribunal Supremo de EE.UU.
Los años de "opresión y crueldad" de EE.UU.
En su texto, Mahmud Ahmadineyad indica que Barack Obama "asumió el cargo de presidente de EE.UU. en medio de un clima de frustración mundial, tras varias décadas de políticas hegemónicas de las Administraciones estadounidenses" y recuerda que "el lema de su campaña fue 'cambio' y afirmó que modificaría tanto las políticas como los comportamientos" de su país.
En su repaso de los hechos, que "en absoluto es de naturaleza política", Ahmadineyad también menciona los años de "opresión y crueldad" contra Irán "por parte de diferentes Gobiernos de EE.UU." y destaca que Obama nunca ha cumplido su promesa de restaurar los lazos con Teherán, sino que "mantuvo las mismas políticas hostiles, con la misma tendencia de enemistad" y sin ofrecer "la compensación por el pasado que debería haber hecho", según el criterio de Irán.
Al respecto, el antiguo líder iraní aconseja al presidente estadounidense "de manera encarecida" que no deje "que la difamación histórica y este amargo incidente se asocien con su nombre".
¿Cuál es el origen de la petición?
"El 9 de junio de 2014, una corte norteamericana, basándose en afirmaciones infundadas sin presentar ningún tipo de documento fiable, emitió una sentencia según la cual EE.UU. retendría de manera ilegal alrededor de 2.000 millones de dólares de activos de la nación iraní", explica la epístola.
Así, el Tribunal Supremo de EE.UU. dictaminó que esa cantidad de dinero serviría para pagar a las familias estadounidenses cuyos familiares fallecieron en los ataques militares en Beirut (Líbano) y Arabia Saudita atribuidos a Irán, que tuvieron lugar en 1983 y 1996, respectivamente.