Dos vuelos de pasajeros que se dirigían a Bruselas y en los que se habían declarado amenazas de bomba han aterrizado sin incidentes, informa el digital Deredactie.be. Uno de los aparatos ha tomado tierra en el aeropuerto bruselense de Zaventem, mientras que el otro ha sido desviado a Toulouse (Francia).
Según la Fiscalía belga, las informaciones sobre las amenazas a bordo de ambos vuelos han resultado falsas, si bien al principio la institución consideró que la situación era lo suficientemente grave como para adoptar "ciertas medidas".
Las autoridades belgas declararon la situación de alarma en Zaventem, las fuerzas de seguridad del país se desplazaron hasta esas instalaciones y varios vuelos fueron desviados a otros aeropuertos. Sin embargo, el aeropuerto bruselense ha ya vuelto a funcionar con normalidad.
Uno de los vuelos era de la línea escandinava SAS y procedía de Oslo (Noruega). Un reportero belga que se encontraba a bordo escribió en Twitter que el piloto de la aeronave había conocido la amenaza de bomba 20 minutos antes de la hora en la que estaba programado el aterrizaje. Según esta persona, los pasajeros fueron informados de la situación y, tras tomar tierra en Zaventem, tuvieron que esperar 10 minutos antes de que se les permitiera abandonar el aparato.
El vuelo que aterrizó en Francia pertenece a la compañía de bajo coste marroquí Air Arabia Maroc.