Según medios locales, todo empezó a comienzos de año cuando Olivia Sievers, que a menudo hace escalas de sus viajes en el país sudamericano, se alojó como habitualmente en un hotel del distrito de Puerto Madero y conoció a un perro a la entrada del edificio.
La mujer mostró cariño al can y le dio comida. Desde su siguiente viaje a Buenos Aires y en todos los que ha realizado durante los últimos seis meses, la joven vio cómo el perro regresaba al mismo hotel y la aguardaba en la puerta del mismo.
Flight attendant Olivia Sievers from Germany adopts stray dog #Rubio who waited six months outside hotel for her.pic.twitter.com/NShyaqLVx6— ALPHA PRO (@DTMsport) August 11, 2016
Impresionada, la azafata da de comer a Rubio –así lo bautizó–, pasea con él y hasta ha tratado de encontrarle casa. La organización Mascotas Puerto Madero proporcionó a Rubio un hogar temporal, pero el animal escapó y volvió a la misma puerta del hotel. Esta muestra de fidelidad canina ha convencido finalmente a Sievers, que ha adoptado al perro y se lo ha llevado a su casa en Alemania.