El pasado 22 de julio un tiroteo dejó en Múnich un saldo de 10 muertos debido a que las fuerzas especiales de élite 'plus' no pudieron llegar al lugar del crimen. La explicación que da la revista 'Spiegel' es que la falta de helicópteros impidió a los agentes dirigirse al lugar de los hechos.
Según la publicación, las unidades antiterroristas, especializadas en detenciones de criminales de alto nivel de peligrosidad, deberían haber llegado para asistir a las fuerzas de seguridad de Baviera después de haber aterrizado en Múnich. Sin embargo, los aparatos estaban siendo utilizados por otros destacamentos de las fuerzas especiales que habían sido enviadas a Baviera con motivo de otra urgencia: el aviso de que un empleado de la aerolínea Lufthansa mantenía como rehén a su jefe.
'Spiegel' informa que la Policía Federal no dispone de suficientes helicópteros. En 2013 dos de ellos colisionaron en el aire y hasta hoy no han sido reemplazados con nuevas unidades.