El 17 de agosto la ciudad de São Paulo volvió a convertirse en escenario de protestas. Los manifestantes se reunieron cerca de la estación de metro Arthur Alvin para exigir la dimisión del presidente interino, Michel Temer.
"¡Aprovechando que los ojos del mundo están puestos sobre la capital olímpica es el momento de la medalla de oro para la protesta contra el Gobierno provisional e ilegítimo de Michel Temer! Por lo tanto, el 17 de agosto la gente sin miedo estará en la estación Arthur Alvin de São Paulo. ¡Fuera Temer!" se dice en la página oficial de la protesta en Facebook.
El 10 de agosto los movimientos sociales y sindicatos que forman parte del Frente Brasil Popular también salieron a las calles en diversas ciudades del país como Brasilia, São Paulo, Aracaju, Recife, João Pessoa, Fortaleza y Belo Horizonte para defender la democracia y para protestar contra el juicio político a Dilma Rousseff.
El experto Joaquim Ernesto Palhares analiza la situación actual en Brasil y destaca que detrás del golpe estaría EE.UU., que busca satisfacer sus propios intereses en el continente, como la posibilidad de apoderarse de sus riquezas minerales.
Protestas en pleno festejo olímpico
La celebración de los juegos olímpicos no supone ningún obstáculo para los opositores de Michel Temer. Durante la ceremonia inaugural el presidente interino sufrió una silbatina cuando se hizo presente en el Estadio Maracaná de Río de Janeiro. El incidente tuvo sus consecuencias, ya que el 17 de agosto se dio a conocer que el político no planea participar en la ceremonia de clausura de la cita olímpica.
Durante los días del gran festejo deportivo los manifestantes vuelven a salir a las calles para protestar contra las medidas de austeridad del Gobierno interino, por el 'impeachment' contra Dilma Rousseff y por el exceso de recursos destinados a los JJ. OO. cuando la población sufre carencias más urgentes.
Se decide el destino de Dilma Rousseff
Mientras tanto, la última etapa del proceso de 'impeachment' contra Dilma Rousseff comenzará el próximo 25 de agosto y se prevé que dure entre tres y cinco días, aunque los detalles del trámite serán definidos en una reunión que mantienen este miércoles los presidentes del Senado, Renán Calheiros, y del Tribunal Supremo, Ricardo Lewandovski.
La presidenta suspendida de Brasil decidió acudir personalmente al Senado brasileño para presentar su defensa.