Así es como planea China utilizar el espacio para afrontar a EE.UU.

El avance sin precedentes en las tecnologías cósmicas de China deberá satisfacer las necesidades militares del país asiático.

Para muchos expertos que siguen con atención el desarrollo de la situación en la región de Asia Pacífico el sistema antiacceso y de negación de área de China (A2/AD, por sus siglas en inglés) es el desafío más serio que afronta EE.UU. En su intento de aumentar su presencia militar en la zona, según 'The National Interest'.

El sistema incluye el misil DF-16 (con un alcance de 1.000 kilómetros), el bombardero nuclear H-6K, el misil tierra-aire HQ-12 y el misil chino DF-21D, apodado el 'asesino de portaviones'. La función del A2/AD es restringir el acceso al enemigo a una determinada ubicación estratégica.

Al mismo tiempo, la aplicación de este sistema es inmensamente complicada. Si China logra ponerlo en práctica será gracias al rápido avance de su capacidad espacial y su infraestructura de satélites.

Para impedir el acceso de los enemigos a sus objetivos estratégicos, China debe ser capaz de aplicar el concepto de organización de ataques 'kill-chain', consistente en identificar un objetivo, evaluar la fuerza a aplicar para destruirlo y garantizar el éxito del ataque. En otras palabras, se necesita poder detectar objetivos, lanzar municiones y evaluar los daños potenciales del oponente a largas distancias. Todo eso muestra a su vez una gran dependencia del sistema computerizado C4ISR y de la capacidad de seguimiento que funcionan a base de tecnologías espaciales.

China ha experimentado una expansión sustancial de su programa de satélites. En 2000 poseía solo 10 satélites, en comparación con los 181 que dispone actualmente. En comparación, Estados Unidos y Rusia tienen 576 y 140 satélites, respectivamente.

China también ha diseñado satélites con una serie de capacidades especiales, como el radar de apertura sintética (SAR) y la inteligencia electrónica (ELINT). 

La estrategia A2/AD requiere también una capacidad espacial de guía de misiles. Con este fin, China ha pasado años desarrollando su propia versión del Sistema de Posicionamiento Global (GPS), llamado 'Beidou'. En la actualidad, Beidou tiene 19 satélites operacionales y se implementa a nivel regional con planes de expansión en todo el mundo para el año 2020.