Viaje a la utopía: la vida de una comuna igualitaria en EE.UU.

Es una de las pocas comunidades utópicas que se fundaron en Estadsos Unidos en los años 60 y 70 que se ha mantenido intacta.

Estados Unidos puede reclamar el liderazgo de los esfuerzos para crear sociedades utopistas: comunidades ideadas como una alternativa al sistema capitalista. En ese país existen alrededor de 1.500 comunidades unidas por diversas actitudes de este tipo.

"Estas personas son revolucionarios tranquilos. No trataban de derrocar el Gobierno, tal como sucedió en Rusia. Simplemente, trataban de salir de los límites del sistema y probar que pueden prescindir de él", explicó el periodista estadounidense Eric Reece, investigador de las comunidades utopistas del país.

La comunidad de Twin Oaks (Virginia) es una de las sociedades seculares más duraderas. Está basada en los principios de igualitarismo, tanto en la distribución de los bienes como en la toma de decisiones.

Ocho amigos, casi todos estudiantes graduados e inspirados en el libro utopista del psicólogo B.F. Skinner 'Walden Two', recaudaron dinero y arrendaron una granja con cerca de 50 hectáreas en 1967. Hoy en día, la cifra de habitantes siempre ronda las 100 personas.

"Estaba feliz porque estaba convencida de que no había otra tarea más importante o interesante en el mundo que formar una comunidad igualitaria", recuerda una de las fundadoras, citadas en el libro de Reece 'Utopia Drive' y cuyo extracto ha publicado el portal The Atlantic.

Modo de vida

En estos momentos, en la comunidad viven casi un centenar de personas. Cultivan hortalizas, hierbas y flores, crían pollos y vacas y fabrican hamacas, cuya venta fue su fuente principal de ganancias hasta que su mayor cliente dejó de comprar esos productos.

Para los miembros de la comunidad, la comida y el alojamiento son gratuitos, pero eso no significa que sobrevivan sin dinero. Así, cada integrante trabaja 40 horas semanales en el oficio que escoge y se puede ir de vacaciones dos semanas y media al año.

La propiedad privada solo existe en las habitaciones, mientras que el resto de bienes es común. Los ingresos se divididen y todos reciben cerca de 100 dólares mensuales, que pueden gastar a su antojo.

Miembros

La comunidad está compuesta por personas diversas. Algunas llegaron atraídas por la propia idea de la utopía, mientras que otras estaban hartas de su vida cotidiana o se llevaban mal con quienes les rodeaban.

Hay un farmacéutico desilusionado con su trabajo, una bioquímica que decidió cambiar su vida tras la crisis financiera de 2008... incluso un 'hippy' procedente de Nueva York quien, tras viajar durante un tiempo, se quedó en Twin Oaks y trabaja de cocinero.

"Entre nosotros hay 'hippies', pero no muchos. La gente viene por diversas razones. Algunos buscan el desarrollo espiritual, pero eso no significa que todos nos dejemos crecer el pelo, llevemos falda larga y escuchemos a [la banda] Grateful Dead", dijo Tom Freeman, un residente citado por el canal ABC 8News.

Gobierno

El gobierno de la comunidad se basa en el modelo descrito en el libro de Skinner: tres planificadores electos por un periodo de tiempo determinado se encargan de la toma de decisiones a largo plazo y tratan de conocer y satisfacer los deseos de sus miembros.

Aunque parezca que tienen todo el poder, pocas personas desean ser planificadores. Por ejemplo, cuando Reece llegó a Twin Oaks solo estaban ocupados dos de los puestos.

El colectivo también tiene gerentes, quienes son responsables de los ámbitos específicos de trabajo —desde la granja hasta la cocina y la fabricación de productos— y supervisan las decisiones cotidianas que afectan a toda la comunidad.

Descontentos

La vida comunal no satisface a todos. Cada año, cerca de una decena de personas abandonan Twin Oaks —hasta 25, en una ocasión—, aunque son remplazadas: existe una lista de espera para unirse a la comunidad y, quienes no quieren trabajar, no pueden entrar.

Una parejas explica que se fue porque deseaba tener un bebé. Como ese proyecto vital requiere gastos adicionales, ambos necesitaban la aprobación de otros miembros y algunos se opusieron. Aunque finalmente obtuvieron permiso, les costó tanto esfuerzo que decidieron marcharse.

En Twin Oaks no hay muchos niños, con lo cual no están rodeados de muchos coetáneos. Algunos miembros de la comunidad estiman que es mejor para los menores, debido a que así crecen libres de malas influencias.

Sin embargo, algunos miembros estiman que la vida en la comunidad es demasiado tranquila. Por ejemplo, una de las residentes decidió abandonar el lugar tras cuatro años porque no le pareció bien que los demás prefieran mantener el estado de la sociedad sin tratar de cambiar nada y ahora quiere establecer una comunidad propia que cumpla con sus requerimientos.