Los repetidos errores de Washington y su incapacidad para comprender la situación global de Oriente Medio, las guerras en la región continuarán sin que se atisbe final, afirma a RT el politólogo estadounidense y exfuncionario del Departamento de Estado Matthew Hoh.
Esta semana, una facción talibán escindida que se consideraba derrotada ha nombrado a un nuevo líder y ha anunciado su disposición a luchar contra "invasores extranjeros" en Afganistán, según Euronews.
"Vi que la presencia de EE.UU. en Afganistán alimentaba la insurgencia"
En 2009, Hoh, un excapitán de la Infantería de Marina de EE.UU. especializado en Afganistán durante su desempeño en el Departamento de Estado, se convirtió en el primer funcionario estadounidense en renunciar en protesta por las políticas de EE.UU. en este país de Asia Central. El politólogo admite que sencillamente dejó de creer que con la política llevada por la Administración estadounidense pudieran alcanzarse los objetivos marcados o que se tratara de una estrategia "digna de realización".
Hoh relata cómo vio que la presencia de EE.UU. en Afganistán "alimentaba la insurgencia" y "no hacía nada para combatir o debilitar los grupos terroristas internacionales como Al Qaeda".
Siete años después
"Y aquí estamos siete años más tarde y la guerra en Afganistán continúa", lamenta el politólogo, que recuerda que Al Qaeda todavía está presente en muchos países. "Ahora tenemos una nueva amenaza, o un nuevo enemigo, que es el Estado Islámico", constata.
Siete años después, denuncia el experto, ha muerto en Afganistán un número récord de civiles, el EI está presente en el país, su Gobierno está muy fragmentado y la producción de opio ha alcanzado niveles récord.
En su opinión, la verdadera cuestión no es si EE.UU. debería o no haber entrado en Afganistán, sino reflexionar sobre el papel de Washington en este país asiático antes del 11-S: el apoyo estadounidense a la guerra civil y la falta de apoyo a los esfuerzos de paz en los años anteriores al atentado de Nueva York y Washington así como el respaldo a grupos como Al Qaeda en la década de 1980 y de 1990 antes de que se volvieran en su contra.
"La presencia de EE.UU. solo ayuda a los grupos yihadistas"
"La masiva presencia militar estadounidense en todo Oriente Medio solo ayuda a los grupos yihadistas", como Al Qaeda y su aliado Frente Al Nusra, el Estado Islámico y los talibanes, recuerda, Hoh, "en su reclutamiento de hombres musulmanes que quieren luchar contra el invasor, contra el infiel".
Por lo tanto, asevera, hasta que EE.UU. no entienda el panorama completo, la historia y siga cometiendo los mismos errores en todo Oriente Medio, las guerras en la región continuarán.