Las autoridades iraquíes han ejecutado este domingo a 36 personas condenadas por haber participado en una de las peores atrocidades llevadas a cabo por el Estado Islámico: la matanza de 1.700 militares en una base aérea de la provincia de Saladino, en el centro de Irak, informa la agencia RIA Novosti.
En junio de 2014, el grupo terrorista capturó la base aérea de Speicher, cerca de la ciudad de Tikrit, donde había 1.700 soldados, la mayoría jóvenes cadetes que realizaban cursos de preparación. En marzo de 2015 cuando la ciudad y la base fueron liberadas por las tropas iraquíes, las autoridades encontraron fosas comunes en las que fueron arrojados los cuerpos.
"La ejecución de los 36 condenados por el crimen de Speicher fue llevada a cabo la mañana de este domingo en la prisión de Nasiriya (provincia de Di Car, sur del país)", han informado las autoridades locales.
En febrero de este año, la Justicia iraquí declaró culpables a los 36 supuestos yihadistas y fueron condenados a muerte. Posteriormente, el pasado 14 de agosto el Gobierno firmó el decreto previo a su ejecución.