Aunque se posicionan como "la defensa de la democracia", en las maniobras conjuntas de EE.UU. y Corea del Sur denominadas Ulji Freedom Guardian, en la península coreana, se ensayan escenarios "que están lejos de ser defensivos", explica al diario 'Izvestia' Alexánder Vorontsov, el jefe del departamento de Corea y Mongolia del Instituto de Estudios Orientales.
Según Vorontsov, estos ejercicios no deben considerarse de forma aislada sino como una pieza de lo que está sucediendo en la península coreana. Y en el sur de la península, argumenta, se concentran decenas o centenares de miles de soldados, es decir, "se crea un poderoso puño de ataque militar" destinado supuestamente a "objetivos defensivos" mientras se trabaja en escenarios "claramente ofensivos" contra Pionyang y el Gobierno norcoreano.
"Unificación según el escenario alemán"
Vorontsov considera que los organizadores de los ejercicios han elegido una línea destinada a un cambio de régimen y "la eliminación de Pionyang". En este sentido, las maniobras, junto con la presión militar y política, son las herramientas más importantes de una amplia campaña destinada a aislar y 'sofocar' a Corea del Norte, que también incluye sanciones económicas y acusaciones de diferentes tipos, incluidos los relativos a los derechos humanos.
Todo ello, en opinión del experto, se hace con un solo objetivo: poner al Gobierno de Corea del Norte en una situación insoportable con el fin de "acelerar el colapso y llevar a cabo la unificación según el escenario alemán", es decir, la absorción de Corea del Norte por parte de su vecina del sur.
Sin embargo, de momento las tácticas de presión no funcionan y Pionyang responde a las maniobras militares con predecibles pasos, como la preparación de sus Fuerzas Armadas para un eventual conflicto. En Occidente, las advertencias norcoreanas —por ejemplo, sobre un ataque nuclear preventivo— son interpretadas como agresiones y el chantajes, pero Vorontsov opina que se trata de medidas de respuesta que solo serían tomadas en el caso de un paso que pusiera en peligro la integridad y la soberanía del país.
¿Una nueva guerra de Corea a gran escala?
Con todo, el experto duda de que Seúl y Washington se atrevan a este paso, ya que sería el comienzo de "una nueva guerra de Corea a gran escala".
"El Norte tiene algo para responder a la agresión y los expertos militares de Estados Unidos y Corea del Sur lo analizan y lo saben", apunta el analista. Además, según Vorontsov, "es difícil imaginar" que este potencial conflicto fuera solo interno: al igual que con la primera guerra de Corea de la década de 1950, se podría expandir muy rápidamente.
Por otro lado, hay que tener en cuenta factores como el aumento de los desencuentros entre EE.UU. y China y los intereses de Rusia, para quien la tranquilidad y la estabilidad de la península coreana son estratégicas "ya que se trata de la paz y la estabilidad de la frontera", concluye el autor del artículo.