Mahmoud Raslan, el autor de la fotografía del niño de Alepo que se volvió viral y se convirtió en un símbolo de la tragedia que supone la guerra de Siria, está acusado de tener nexos con rebeldes pertenecientes al Movimiento Nour al Din al Zenki, un grupo terrorista que opera en el país.
La polémica se ha desatado después de que el portal Offguardian publicara una instantánea en la que Mahmoud Raslan posa junto a algunos miembros de ese colectivo, que en julio decapitó a Abdullah Tayseer, un joven de 12 años. Sin embargo, el fotógrafo afirma que no sabía que esos hombres formaban parte de esos militantes.
"Mahmoud Raslan no es ningún activista de los derechos humanos. Se autodenomina 'activista mediático', pero su función ha sido apoyar y aplaudir a la actividad terrorista en Siria", ha explicado a RT Sara Flounders, codirectora de la ONG antibelicista Centro Internacional de Acción.
Flounders afirma que la imagen del niño de Alepo "se está utilizando para fomentar la guerra y los bombardeos americanos en Siria e intensificar los esfuerzos para cambiar el régimen en Siria" y asegura que "los medios de comunicación dominantes de EE.UU. no han ofrecido la verdad durante los últimos cinco años", por eso "solo difundirán la siguiente imagen y la siguiente mentira, para tratar de justificar el aumento de la intervención norteamericana en esta guerra".
El conflicto armado de Siria comenzó hace cinco años y se ha cobrado miles de vidas. En ese país, diferentes grupos armados luchan contra el Gobierno de Bashar al Assad y los hombres que aparecen en el 'selfie' de Mahmoud Raslan pertenecen a un grupo que, junto con sus aliados del Ejército Libre de Siria, el año pasado recibió misiles antitanque de EE.UU., segun asegura el diario británico 'The Guardian'.