Es difícil encontrar una familia que no haya perdido un hijo en Siria, desgarrada por la guerra. Varias personas han compartido su dolor y los terribles detalles de las muertes de sus seres queridos con RT.
Yasser, de Alepo, tenía cuatro hijos antes de que comenzara la guerra, y ahora tiene solo uno. Su esposa murió poco después de dar a luz a su hijo menor.
"No eran mis hijos sino que eran mis amigos, el mayor tenía 25 años y yo tengo 43. Siempre están conmigo, su sombra siempre me sigue, no he olvidado a ninguno de ellos, sobre todo al más joven, Basel. Siempre estaba conmigo, fuera donde fuera, hiciese lo que hiciese", recuerda Yasser, cuyos tres hijos eran conscriptos del Ejército. El hijo menor de Yasser falleció el pasado miércoles en un combate por las academias militares en el sur de Alepo.
Otro hijo, Mohamed, murió como un héroe de guerra: después de que Palmira fuera recuperada, el grupo terrorista del Estado Islámico atacó el campo petrolero de Arak cerca de la ciudad siria. Todos los soldados se fueron, pero el hijo de Yasser se quedó y mató supuestamente a 70 terroristas. Tras la valiente acción de Mohamed, el Ejército sirio logró recuperar el campo.
El tercer hijo de Yasser fue decapitado ante sus ojos. "Yo estaba a 100 metros de distancia. Luego lo metieron en un coche y no pude recuperar su cuerpo", cuenta el hombre. Pese a la ley nacional que estipula que al menos un hijo de la familia debe quedarse con sus padres, el único hijo vivo de Yasser también se ha enrolado en el Ejército sirio para vengar la muerte de sus hermanos.
La familia de este hombre ha perdido 70 miembros en el sangriento conflicto. Asimismo, en la familia de su primo Mahmud también un solo hijo ha sobrevivido a la guerra.
"Cuando mi hijo fue asesinado por un francotirador mientras iba al trabajo, acabamos con los documentos sobre su muerte y recibimos un poco de dinero por parte del Gobierno, así que volvimos a casa y estábamos contentos de tener algo de dinero. Yo estaba duchándome y ellas estaban sentadas juntas, dos hijas. Un misil de fabricación casera llegó desde el balcón, entró en la primera y en la segunda habitación", recuerda la esposa de Mahmud, Najiba.
El ataque llevado a cabo desde el territorio de los milicianos acabó con la vida de las dos hijas de la familia mientras que Mahmud resultó gravemente herido. El padre de la familia perdió una pierna.
Pese a las atrocidades que viven los sirios, algunos están preparados para sacrificar más. "Si tuviera cuatro hijos de nuevo, los enviaría al Ejército porque esta es nuestra patria. Incluso si me pidiesen que sirviera en el Ejército, me gustaría ir a servir, esta es nuestra patria", afirmó Yasser.
Sin embargo, las madres tienen más dificultades para aceptar la dura realidad de la guerra. "Lo más valioso en la vida son los hijos. Es muy difícil para mí, cuando no lo soporto, me pongo a llorar y no sé qué hacer, [las dos hijas] estaban a mi lado y en un segundo las perdí. Hay muchas madres como yo en esta situación. Cada vez que me paro y me siento, ruego a Dios que queme sus corazones [de los milicianos] como ellos quemaron mi corazón cuando apartaron de mí a mis hijas", dice Najiba con lágrimas en los ojos.