El nuevo buque de combate litoral estadounidense USS Coronado tuvo que volver desde la parte central del océano Pacífico a su base naval de Pearl Harbor, en Hawái, debido a un fallo del motor, informa la revista 'The Maritime Executive'.
Se trata de un buque de clase Independence que hace pocos días zarpó hacia Singapur. Ahora, como consecuencia de la rotura, cuya naturaleza y gravedad se desconocen, la nueva nave tiene que flotar unos 1.500 kilómetros a una velocidad de 18,5 kilómetros por hora. En su camino lo acompaña el petrolero Henry J. Kaiser.
Este es el cuarto percance que sufre el buque "durante el último año", ha informado el jefe de operaciones navales del Pentágono, el almirante John Richardson, que ha detallado que algunos de los problemas fueron causados por el personal y otros "se debieron al diseño y la ingeniería".
La construcción del buque comenzó en 2009 y la botadura se realizó en enero de 2012. Dotados de sistemas automatizados de control, los buques de combate litoral llevan tripulaciones muy pequeñas en comparación con otros navíos de guerra. Las embarcaciones son capaces de alcanzar velocidades superiores a 40 nudos y tienen una autonomía máxima de 4.300 millas náuticas.