La Tierra evitó por los pelos una peligrosa colisión con un asteroide
El 27 de agosto científicos del Centro de Planetas Menores, una institución estadounidense encargada de recopilar observaciones de asteroides y cometas, descubrieron un asteroide al que llamaron 2016 QA2, informa el portal 'Science Alert'.
Este asteroide de entre 16 y 42 metros de largo hizo su aproximación más cercana a la Tierra el día siguiente, el domingo 28 de agosto, cuando se situó a 0,22 distancias lunares de la superficie de nuestro planeta (una distancia lunar equivale a 384.400 kilómetros).
Varios medios de comunicación en aquel momento pronosticaron que el asteroide amenazaba a la Tierra, aunque en realidad una distancia de más de 100.000 kilómetros es considerada segura por los científicos. Sin embargo hay otro aspecto que llama la atención: ¿por qué un objeto celeste relativamente grande estuvo a punto de escapar de la vista de los astrónomos?
La NASA estima que más del 90% de los objetos próximos a la Tierra (NEO por sus siglas en inglés) de diámetro superior a un kilómetro ya se han descubierto. Pero hasta el momento han sido detectados solo el 30% de los NEO de 160 metros y un 1% de los NEO de 30 metros de diámetro.
El caso es que estas rocas espaciales son demasiado pequeñas para que puedan ser detectadas hasta que se encuentran a cierta distancia, pero son lo suficientemente grandes para causar daños en caso de impacto. El 2016 QA2, además, tiene una órbita elíptica poco habitual que hace que pase mucho más tiempo en las regiones planetarias de Mercurio, Venus y Marte, por lo que es difícilmente visible desde la Tierra.