Washington acusa a Rusia y a otros países de provocaciones, a pesar de que su propio comportamiento es mucho más provocativo, escribe el investigador y escritor Ted Galen Carpenter en un nuevo artículo para 'The National Interest'.
Según el autor del artículo, "hemos presenciado con demasiada frecuencia" situaciones que demuestran la firme creencia de EE.UU. de que "todo lo que hace militarmente en el ámbito internacional no solo es aceptable, sino que debe estar más allá del desafío o las críticas".
Irán
El analista pone como ejemplos las situaciones con Rusia en Siria y los países del Báltico; con Irán en el golfo Pérsico y con China en el mar de la China Meridional.
Así, Carpenter cita el incidente ocurrido en agosto, cuando cuatro embarcaciones de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica (IRGC) de Irán realizaron una "operación de intercepción rápida" en el estrecho de Ormuz contra el destructor USS Nitze, que se vio obligado a cambiar su trayectoria después de disparar varias bengalas contra los buques.
El analista recuerda que las autoridades y los medios estadounidenses condenaron inmediatamente el incidente como una "terrible provocación", pero nadie cuestionó por qué no era provocativo por parte de EE.UU. haber enviado un destructor fuertemente armado (junto con otros buques de guerra) a 6.000 millas de distancia del territorio estadounidense para operar dentro de unas pocas millas de la costa iraní.
Rusia
De la misma manera, EE.UU. critica la participación de Irán o Rusia en Siria, un país vecino para Teherán y situado a menos de 1.000 kilómetros de la frontera sur de Rusia, pero ve su propia intervención en ese país árabe "no solo adecuada sino ineludible, tanto por razones estratégicas como morales", denuncia el experto.
Un doble estándar similar "es evidente" para el analista en relación con los incidentes en el mar Báltico y el mar Negro: EE.UU. se queja frecuentemente de que buques o aeronaves rusas 'acosan' a los buques norteamericanos, sin tener en cuenta que "Moscú podría legítimamente considerar a las operaciones militares de EE.UU. en aguas tan cercanas a Rusia como una amenaza a su seguridad".
China
En opinión de Carpenter, esa creencia de que ninguna acción militar de EE.UU. puede ser considerada provocativa se nota incluso cuando las fuerzas estadounidenses operan "en los alrededores inmediatos de otras grandes potencias", como en el mar de la China Meridional.
Y es que Washington considera las llamadas 'patrullas de libertad de navegación' en esta zona ―a miles de millas de las tierras estadounidenses― como algo "perfectamente normal", mientras que las operaciones navales y aéreas chinas son descritas como "peligrosas, provocadoras e inaceptables".
"Algunos países no parecen estar dispuestos a encogerse ante el poder de Washington"
En todos los casos citados, el autor insta a realizar un "ejercicio básico de pensamiento" y preguntarse: ¿Cómo respondería EE.UU. si las fuerzas navales de otra potencia navegaran sin invitación cerca de las aguas territoriales estadounidenses, y lo hicieran en varias ocasiones a pesar de las protestas de Washington?
Según el analista, es poco probable que las autoridades o el pueblo de EE.UU. considerara "un acto amistoso" si una flota de buques de guerra chinos llevaran a cabo una 'patrulla de libertad de navegación' en el Golfo de México, o si los destructores y cruceros rusos lo hicieran en las aguas de Cabo Cod.
Por lo tanto, el autor opina que el Gobierno y los medios de comunicación de estadounidenses "tienen que ser mucho más conscientes" acerca de cómo otros Gobiernos y pueblos perciben las acciones militares de EE.UU., porque, a pesar de los riesgos, "algunos de estos países no parecen estar dispuestos a simplemente encogerse ante el poder de Washington".