El escritor y periodista estadounidense Robert Bridge considera en su artículo que la posibilidad de que Estados Unidos sufra otra catástrofe terrorista es "demasiado plausible", tanto dentro como fuera del país quince años después del 11-S.
Los acontecimientos del 11-S demostraron "lo fácil que es para un grupo heterogéneo de terroristas desencadenar el pandemonio con las armas y los métodos de guerra más crueles", escribe Bridge. Y dado que los terroristas de EI hacen llamamientos a lanzar ataques puntuales y aislados contra los objetivos occidentales, "merece la pena repasar la lección" que supuso el derribo de las Torres Gemelas, opina.
Vulnerables ante "métodos primitivos"
Aquel fatídico día de septiembre que se llevó más de 3.000 vidas, 19 miembros de Al-Qaeda interceptaron cuatro aeronaves comerciales estadounidenses, dos de las cuales se estrellaron contra las Torres del Norte y del Sur del Centro del World Trade Center de Nueva York. El tercer avión golpeó contra la sede del Pentágono, mientras que la cuarta cayó en un bosque de Pennsylvania después de que los pasajeros del avión trataran de enfrentarse a los terroristas, recuerda.
El líder de los terroristas, Osama bin Laden "no podía imaginar lo exitosos que serían los atentados", dice Bridge, "derribando tres rascacielos de Manhattan con solo dos Boeings 767" y "logrando golpear la sección del oeste del Pentágono pese al sistema de defensa aérea estadounidense más sofisticado del mundo". Todo ello prueba, asegura Bridge, que nuestra sociedad, con su total dependencia de las tecnologías, sigue siendo "vulnerable a los métodos más primitivos de ataque".
Un futuro alarmante
Según el periodista, las posibilidades de que registre un nuevo atentado en EE.UU. son bastante altas, si se tiene en cuenta los descuidos de la política de los líderes estadounidenses. "El 6 de agosto de 2001 Bush recibió el informe diario presidencial de la Inteligencia nacional estadoiunidense (PDB, por sus siglas en inglés) titulado 'Bin Laden determinado a atacar a EE.UU.', que no podía ser más directo en cuanto al peligro que afrentaba el país", recuerda Bridge, pero lo que hizo presidente fue tomarse un día de descanso para pescar.
Después de poner otros ejemplos de "descuidos políticos evidentes", el autor sostiene que la Administración de Obama también comete errores. Y pone como ejemplo "su actitud de indiferencia hacia la frontera con México", a través de la cual resultaría muy fácil para los terroristas infiltrarse en el país.
Bridge recuerda que, según el jefe del Centro Nacional Antiterrorista de EE.UU. (NCTC, por sus siglas en inglés ), Nick Rasmussen, la amenaza terrorista que actualmente se cierne sobre EE.UU. y Europa es "la mayor, más amplia y más profunda en los últimos 15 años transcurridos desde 11-S". Asimismo, opina que es "considerablemente menos previsible" en comparación con la de Al-Qaeda de 2001.