"Firmé los papeles en 2008 y ahora quiero pasar tiempo con mi familia y con mis amigos. Cuando no quiera vivir más, tengo los papeles y los usaré, pero no sé cuándo". Marieke Vervoort se explica así, con cierto enfado, para matizar las informaciones publicadas que sugerían que solicitaría la eutanasia justo después de los Juegos Olímpicos. A causa de una grave enfermedad degenerativa, Marieke tiene la mitad inferior del cuerpo paralizado, una visión reducida al 20% y sufre dolores tan intensos que en muchas ocasiones le impiden dormir por la noche.
Debido a la publicación de una entrevista en Bélgica en la que tal como lo explicaba el periodista se daba a entender que la atleta pediría terminar con su vida "cuando terminasen los juegos", se extendió esta versión que ahora la atleta se apresura a desmentir: "Después de Río quiero más tiempo con mi familia y mis amigos, y dar charlas motivacionales. Cuando no quiera vivir, tengo mis papeles, pero no sé cuándo".
Estas declaraciones, que la prensa española está interpretando como un desmentido o al menos una matización de sus anteriores afirmaciones, fueron hechas en un encuentro casual de Marieke Vervoort con un grupo de periodistas españoles a la entrada de la Villa Olímpica. En ese encuentro, los periodistas -como se señala de manera casi unánime en todos los medios que han publicado al respecto- encontraron a la atleta muy sonriente y locuaz, hablando muy animadamente en un español más que correcto que ha aprendido por su cuenta, sin estudiarlo.
"Me gusta la competición"
"Estos Juegos son especiales porque quiero mucho al deporte y me gusta la competición, pero no puedo seguir así, entrenando seis días de cada siete cuando casi no duermo"-comentó Marieke, según informa el diario ABC. Por ese motivo, descarta volver a competir tras esta cita olímpica: "No, no, después de Rio dejo de competir, llevo muchos años con dolores y cada vez es más difícil".
Entre sus mejores recuerdos está la historia de como consiguió su primera medalla de oro: Tras recibir una invitación del Comité Paralímpico de Bélgica para competir en los Juegos de Londres, se preparó para las pruebas de velocidad en los 100 y 200 metros, y acabó clasificándose para la final: "Tuve mucha presión hasta que dieron la salida. Entonces corrí y gané la plata". El oro en esa prueba lo ganó Michelle Stilwell, de la que guarda un recuerdo más bien amargo:"Yo solo quería un abrazo y una foto después de la carrera, pero me miraba riéndose y decía 'soy la mejor', así que yo pensé 'ya veremos en el 100'".En los 100 metros la mejor fué Marieke Vervoort.
Durante la charla con los periodistas españoles también mencionó las razones por las que vive en la isla de Lanzarote (España):"Cuando hace frío siento mucho dolor, y allí se está muy bien"; y además "es muy bonito para entrenar".
En definitiva, Marieke aún no tiene prisa por morir, porque tiene motivos para seguir viviendo todavía. Esperará el momento con la tranquilidad de tener sus papeles firmados y todo listo para hacer efectiva su decisión. Por ahora, sus planes parecen algo menos lúgubres: "Yo quiero disfrutar de todos los pequeños momentos".