En Estados Unidos algunos jóvenes de clase baja recurren a una estrategia más propia de los países subdesarrollados para alimentarse y dar de comer a sus familias, revela un análisis del grupo de estudios en sociología Urban Institute y la fundación Feeding America. Se trata de las llamadas 'citas transaccionales', es decir, mantener relaciones sexuales a cambio de algún tipo de retribución no monetaria.
Tener relaciones con un hombre a cambio de una cena es para muchas adolescentes "mejor que aceptar dinero, ya que esto provocaría que fueran etiquetadas como prostitutas", explicaron los jóvenes encuestados durante un sondeo que cita el diario 'The Guardian'. Muchas adolescentes estadounidenses recurren a esta forma de prostitución empujadas por la extrema pobreza en que viven sus familias, dedujeron los investigadores, que calificaron esta precaria situación de 'inseguridad alimentaria'.
El problema es recurrente sobre todo en las zonas rurales, pero también en grandes ciudades como Chicago y Los Ángeles. En esta última se describieron también casos en que alumnas de secundaria repartían volantes para anunciar sus servicios sexuales.
Un gran número de jóvenes de familias pobres cometen delitos menores como hurtos, o crímenes más graves como la venta de drogas, para poder llevar comida a la mesa. La raíz de esta situación es que, "al igual que sus padres, los adolescentes tienen limitados los puestos de trabajo disponibles para ellos dentro de sus comunidades", sostiene el estudio.