Si bien desde hace años se plantea la posibilidad de que en América Latina operen células terroristas de grupos islamistas, en los últimos meses esta hipótesis se ha vuelto a plantear con fuerza en Argentina. Hace algunos días el secretario de Seguridad, Eugenio Burzaco, afirmó: "Hemos detectado argentinos que se han formado en el Estado Islámico. Y eso es algo que realmente nos preocupa, porque sabemos que han estado en zonas calientes del conflicto, en Siria o el norte de Irak".
No obstante, tras el revuelo que generaron sus declaraciones, poco tiempo después se retractó. “Ante la reciente denuncia que mencionaba la posible presencia de miembros del EI en Corrientes, a través de las fuerzas de seguridad seguimos esa línea de trabajo y al momento no se encontró nada que indique su presencia en nuestro país”, sostuvo el funcionario.
De todas formas esto no hizo cambiar la posición de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA). Su vicepresidente Alberto Hammerschlag aseguró en una reunión con el secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj, que "Estado Islámico se encuentra operando en la Argentina y es responsabilidad del gobierno argentino combatirlo".
Asimismo, en un baño de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad de Buenos Aires apareció un mensaje presuntamente firmado por el EI que decía: "El martes 13 de septiembre ocurrirá algo horrible en esta atea y blasfema facultad". Finalmente ese día pasó y no sucedió ningún atentado en la institución, pero la información volvió a ser replicada masivamente por los medios.
Dudas
Los planteos contradictorios de Burzaco, sumados a las declaraciones de la DAIA y la amenaza en la Universidad han generado algunas preguntas sobre la posible presencia de Estado Islámico en Argentina.
El periodista especializado en Medio Oriente, Julián Aguirre, analizó que sería "irresponsable subestimar o negar el reto presentado por el terrorismo internacional y la difusión de ideologías y discursos totalitarios y promotores del odio étnico y religioso". Sin embargo hizo un llamado de atención sobre los análisis superficiales que plantean de forma homogénea al Islám como algo "ajeno, extraño, hostil, subdesarrollado, irracional".
Aguirre había apuntado en declaraciones a RT que en Argentina la comunidad islámica está "integrada a la sociedad, con varias generaciones y no experimenta el nivel de alienación y marginación que en Europa alimenta el trabajo de reclutamiento" por parte de grupos terroristas. También expresó que "la diversidad que la caracteriza al reunir a diferentes corrientes interpretativas del Islam, la vuelven terreno poco propicio para los discursos de odio comunes al Estado Islámico y grupos similares".
Finalmente hizo hincapié en que "existe una tendencia hacia la militarización de problemáticas sociales" donde se utilizan las fuerzas de seguridad como único recurso para atacar lo que se considera como "amenazas contra el orden y la estabilidad". Esto "engloba cuestiones tan complejas y diversas como las drogas, la conflictividad social, la organización popular y el terrorismo".
Santiago Mayor