Tras analizar los datos que la sonda New Horizon envió a mediados de julio, unos científicos estadounidenses han deducido que una acumulación de gas metano y los procesos químicos asociados con este fenómeno fueron los que tiñeron de rojo sangre la región 'Mordor' del polo norte de Caronte, la luna más grande de Plutón, según un estudio publicado en la revista 'Nature'.
En Caronte los años duran el equivalente a 247,7 años terrestres y sus inviernos, extremadamente inhóspitos, se pueden prolongar hasta 150 de nuestros años y padecer temperaturas que alcanzan los -247 ºC. Los investigadores indican que estas circunstancias provocan que el metano se acumule en forma de nieve y hielo en la superficie de este satélite y se vuelva de color rojo con la débil luz del Sol y otros rayos cósmicos.
El proceso de formación de esta 'nieve de sangre' ronda los tres nanómetros al año. Esto apuntaría a que el 'Mordor' de Caronte se formó durante varios millones de años y supondría uno de los procesos geológicos más lentos del Sistema Solar.