La Alianza del Atlántico Norte tiene programado desplegar lo que denomina su "fuerza de disuasión" en la región del mar Báltico para el próximo mes de mayo. La organización determinó sus planes en una conferencia celebrada este fin de semana en la ciudad de Split, en Croacia.
En la reunión el jefe del Mando Europeo de EE.UU., el general Curtis M. Scaparrotti, insistió en que la alianza aborde a Rusia "desde posturas de fuerza", según cita el sitio web de la OTAN.
La organización declaró que a principios de 2017 está dispuesta a enviar 4.000 elementos de los Ejércitos occidentales a los países de la costa báltica colindantes con Rusia. El general checo Petr Pavel, uno de los responsables del desplazamiento, especificó que se trata de cuatro grupos de combate que llegarán a la región en diferentes plazos.
Fuerzas a desplegar en cuatro etapas
Fuentes oficiales en EE.UU. indicaron al periódico 'The Wall Street Journal' que unos 1.000 soldados del segundo regimiento de caballería acorazada, con base en Vilseck (Alemania), se desplazarán a Polonia antes de abril. Además, Alemania enviará tropas a Lituania.
Se espera también que Canadá ofrezca tropas a Letonia y que el Reino Unido despliegue un grupo de ataque en Estonia. Países como Noruega, Dinamarca y Francia enviarán algunos efectivos complementarios a estas fuerzas.
Los mandos como el general Pavel se refieren a sus nuevas tropas no solo con el término "fuerza de disuasión", sino también "de combate". "No estamos hablando exclusivamente de una presencia para entrenamiento", afirmó el militar checo, cuyas palabras también recoge el diario neoyorquino. Pavel agregó que estas tropas serán dirigidas de una manera diferente de la habitual durante los ejercicios.
El contexto político militar
De momento los altos mandos de los distintos países del bloque político militar todavía no están seguros "de no estar trabajando en diferentes direcciones", admitió Pavel. Respecto a Rusia, sugirió mantener una línea pragmática pero "firme".
Por su parte, el general Scaparrotti hizo hincapié en que existen oportunidades para colaborar con Rusia. Sin embargo, admitió que gran parte de los países aliados miembros de la OTAN "perciben a Rusia como un desafío en muchas áreas".
Las relaciones entre Rusia y la Alianza se deterioraron drásticamente después de la reunificación de Crimea con Rusia y la erupción del conflicto armado en el este de Ucrania en 2014, hechos propiciados por un golpe de Estado en Kiev en febrero de ese año. A su vez, la revuelta fue fruto del apoyo de los Gobiernos europeos a las fuerzas golpistas y, según explicó el presidente de Rusia, Vladímir Putin, el 'titiritero' principal fue Washington.
Moscú considera que el nuevo despliegue de tropas de la OTAN y el creciente número de ejercicios militares cerca de las fronteras rusas, así como la instalación de baterías de misiles antibalísticos en Europa, son una amenaza para la seguridad nacional de Rusia.