¿Está EE.UU. más interesado en condenar a Rusia por los 'hackeos' que en combatirlos?

En Estados Unidos se alzan cada vez más voces para que Washington actúe ante los ataques informáticos, mientras se sugieren contramedidas que podrían aplicarse para evitarlos.

Mientras los servicios de Inteligencia estadounidenses, junto con especialistas cibernéticos, prosiguen con la investigación para descubrir quién está detrás de los últimos ataques informáticos contra el Comité Nacional Democrático de EE.UU. (CND), Washington insiste en vincular al Gobierno ruso con los ciberataques, si bien Moscú reitera que no tiene ninguna relación con lo ocurrido.

Sobre este telón de fondo, en la Cámara de Representantes de Estados Unidos se alzan voces que presionan a la Administración del presidente Barack Obama para que reaccione de forma consecuente ante las intrusiones cibernéticas. "No podemos permitir que un adversario extranjero ataque a nuestro país y a nuestro sistema electoral y, además, pretenda salirse con la suya", expresó el diputado y presidente republicano del Comité de la Cámara de Seguridad Nacional, Michael McCaul. "Espero que la Administración publique pronto una denuncia al respecto junto con un plan de respuesta", exigió McCaul, según lo recoge Bloomberg.

Por su parte, el columnista del mismo portal financiero estadounidense, Chris Strohm, considera que Estados Unidos se esfuerza más en acusar a Moscú de estar detrás de los ataques de piratas informáticos que en combatirlos o impedirlos. En este sentido, Strohm sugiere la adopción de una serie de medidas por parte de la Administración de Obama.

Entre las posibles respuestas menciona el endurecimiento y la imposición de la ley contra los responsables directos de los ataques informáticos, como ya se hizo al identificar y arrestar en la medida de lo posible a los 'hackers' chinos e iraníes que perpetraron ciberataques en el pasado.

Otras medidas de persuasión que el columnista baraja pasan por imponer nuevas sanciones económicas contra el Gobierno ruso, sus compañías y personalidades en forma de castigo financiero por los ataques. A ello se une la opción de llegar a un acuerdo diplomático entre EE.UU. y Rusia para establecer reglas que eviten el robo de información confidencial gubernamental y comercial entre ambos países.

Por último, Washington podría también sopesar la idea de atacar en represalia objetivos en Rusia, ya sea física o virtualmente, de forma pública o encubierta. Asimismo, también existe la posibilidad de no hacer nada frente a los ataques, lo que, aunque parezca extraño, "permitiría a las agencias de Inteligencia obtener más información sobre las herramientas y métodos de sus adversario de cara a ejecutar una respuesta más eficiente después", señala el columnista de Bloomberg.