En los últimos meses el presidente filipino, Rodrigo Duterte, ha ocupado numerosas portadas internacionales debido a sus exabruptos y polémicos comentarios. Les presentamos algunos de las más sonados:
La salida de tono más reciente del mandatario tiene que ver con la Unión Europea y se produce después de que el Parlamento comunitario haya instado al Gobierno filipino a poner freno a la matanza de sospechosos de narcotráfico mediante la aprobación de una resolución de condena de los abusos de derechos humanos en el país.
"He leído la condena de la UE y les digo 'id al carajo'", afirmó Duterte, quien describió al organismo como "hipócrita", ya que "tiene la desfachatez", a su juicio, de condenar al mandatario pese a lo que países como Francia y el Reino Unido han hecho en Oriente Medio.
Antes de que Barack Obama se reuniera con Duterte en Laos el pasado 6 de septiembre este advirtió al presidente estadounidense que no le preguntase sobre las matanzas extrajudiciales que se están produciendo en su país en el marco de la campaña antidrogas.
El mandatario filipino indicó que Obama debe ser respetuoso y no realizar ese tipo de preguntas o, de lo contrario, le advirtió, "hijo de puta, te insultaré en ese foro".
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, criticó la sangrienta cruzada antidrogas emprendida por el presidente filipino, la cual ha dejado al menos 2.400 muertos.
Tras ello, el polémico mandatario filipino le dedicó a principios de septiembre estas palabras: "Incluso Bank Ki-moon ha intervenido. También dio un discurso hace varias semanas sobre la violación de derechos humanos. Eres un tonto más". "Continuaré mi campaña contra los criminales", concluyó.
Asimismo, Duterte, conocido como 'el castigador', se ha expresado con dureza contra las Naciones Unidas por cuestionar su política contra el narcotráfico: "Vienen con una proposición muy estúpida", indicó el pasado mes de agosto. El comentario se produjo después de que el director ejecutivo de la Oficina de la ONU contra la Droga y el Delito (UNODC, por sus siglas en inglés), Yury Fedotov, condenara los "asesinatos extrajudiciales" de supuestos narcotraficantes.
Durante un discurso pronunciado por el embajador de EE.UU. en Manila, Philip Goldberg, ante unos soldados filipinos este 5 de agosto, Duterte llamó al diplomático "hijo de puta" y "gay" y le acusó de interferir en los asuntos internos del Estado. "Estoy molesto con él. Se entrometió durante las elecciones, ofreciendo declaraciones aquí y allá. No tenía que haberlo hecho", declaró el presidente filipino.
El pasado mes de noviembre, Duterte recordó la visita que el papa Francisco cursó a Filipinas en enero de 2015. "Tardamos cinco horas en ir del hotel al aeropuerto. Pregunté qué nos retrasaba tanto. Me dijeron que era el papa. Papa, hijo de puta, vuelve a tu casa. No vuelvas más de visita", recalcó. Unas declaraciones muy arriesgadas en un país con un 80% de población católica.
"La violaron, pero era muy guapa. El alcalde debió haberlo hecho primero"
El pasado abril Duterte evocó no exento de polémica su experiencia como alcalde durante la revuelta carcelaria de 1989, durante la que la misionera australiana Jaqueline Hamill fue tomada como rehén, violada y asesinada en una visita a la prisión.
El mandatario recordó que los internos se habían organizado para violarla y dijo que se trataba de una "pérdida" porque el alcalde debería haber sido el primero en haberlo hecho. "Me molestó mucho que la violasen, pero era tan guapa... El alcalde tendría que haber sido el primero", declaró.