"La histeria de Occidente se debe a la inminente victoria militar de Assad"

La batalla por la ciudad de Alepo y su desenlace es clave para poner fin a la guerra civil en Siria, apunta un periódico ruso.

Las batallas diplomáticas relacionadas con Siria tienen una conexión directa con los combates que tienen lugar en el país. La toma de Alepo no solo se ha convertido en una batalla decisiva de la guerra civil en Siria, sino del enfrentamiento global en Oriente Medio con la implicación de los grandes jugadores mundiales, apunta el diario ruso 'Vzglyad'.

Se ha convertido en algo común considerar que la lucha por Alepo está conectada con su tamaño y posición geográfica. Antes de la guerra civil la ciudad era la capital económica y un importante centro cultural, mientras que hoy en día, está en ruinas. Su economía e infraestructura no existen, señala el periodista Evguéniy Krútikov, tachando como "extraño" considerar que la toma de Alepo "sería necesaria para el presidente sirio Bashar al Assad para fomentar la economía del país y lograr más soldados para el Ejército".

Destaca que por el contrario, la recuperación del control de Alepo requeriría grandes inversiones en la reconstrucción de la ciudad. Tampoco se ve posible el regreso de todas las personas que han abandonado la zona y que están por el momento en Europa o Turquía. En lo que respecta a la población, que lleva varios años bajo el yugo de los yihadistas, "psicológicamente no es capaz de continuar una guerra".

"Un giro drástico"

En la primavera del 2012 los grupos yihadistas y opositores intensificaron el conflicto alrededor de Alepo. En aquel entonces la oposición contaba con armamento y tanques y el control de Alepo e Idlib significaba la creación de un 'cinturón' en el norte del país que ayudaría a atacar a Damasco. Además, la retención de esa zona permitía crear varios 'gobiernos' y obtener apoyo externo.

Según subraya el periodista ruso, el plan de la oposición se derrumbó tras la inesperada feroz resistencia por parte del Ejército gubernamental y fuerzas voluntarias en varias zonas. Los combates por carreteras estratégicas, que llevan a Alepo, se convirtieron en una parte significativa de la lucha por la ciudad.

Por el momento, en Alepo se encuentra "un gran contingente de yihadistas y 'moderados', que está totalmente rodeado y privado de vías para recibir suministros". Krútikov destaca que "la oposición de cualquier tipo ya no dispone en el territorio sirio de elementos organizados y que cuenten con experiencia". Así que "la eliminación de ese grupo significaría un giro drástico a favor de Damasco".

Las consecuencias de la toma de Alepo

La toma de Alepo llevaría a la "caída de todo el 'cinturón del norte'" y abriría al Ejército gubernamental un camino a Idlib, que por el momento es "el cuartel general y el centro de los yihadistas y de los 'moderados'", y a la frontera con Turquía", señala el periódico.

Además, la eliminación del enclave de los yihadistas en el este de Alepo llevaría a la recuperación de la comunicación con el Kurdistán sirio, lo que tendría consecuencias políticas, ya que los kurdos deberían volver a una unión con Damasco. Ese desenlace "significaría un ataque contra las posiciones de EE.UU.".

"Un resultado inminente que sorprende a Occidente"

Según el periódico, "el potencial militar de los yihadistas y de los 'moderados' no se recuperaría tras la liquidación del grupo en Alepo". El carácter "inminente de ese resultado y de sus consecuencias a largo plazo" ha "sorprendido" a Occidente y a Turquía, lo que según el periodista, ha llevado a la "ola de la actividad política y militar respecto a la salvación del grupo cercado".

La liberación de Alepo por parte de las Fuerzas Armadas sirias haría imposible la idea de la dimisión de Bashar al Assad, así que, según destaca Krútikov, "toda la estrategia política de Occidente en Siria quedaría en nada". Explica que fue "exclusivamente" eso lo que provocó "la histeria colectiva de los aliados occidentales de los últimos días".

Según manifiesta el periodista, desde el punto de vista militar, el fin de la batalla está cerca y su desenlace también, pero "los juegos políticos y estratégicos pueden dilatar la situación".