El fallecimiento de un hámster. Fue el detonante del motín desencadenado en una cárcel de la localidad británica de Oakham (Rutland), informa 'The Telegraph'. Los cuatro presos protagonistas del episodio provocaron daños en el mobiliario y se lanzaron a las redes de seguridad que cuelgan entre los pisos. "Se llevaron un colchón, sillas, comida, tabaco e incluso un 'Monopoly', por lo que parecía que pretendían quedarse allí mucho tiempo", informó el fiscal Gordon Aspden.
Dos de los reos Anthony Bailey, y Blackie, de 23 años, permanecieron en las mallas durante cuatro horas. El segundo se mostró especialmente enfadado por la muerte del roedor. Una vez fueron obligados a descender de las redes, los presos fueron trasladados a diferentes celdas. Pronto serán llevados a distintas cárceles.
Por su buen comportamiento, a los presos se les permite tener animales en la cárcel, aunque no se sabe exactamente donde había vivido este hámster, si en la cárcel con su dueño o en el exterior, con la familia de Blackie. Los daños causados por el motín superan los 15.000 dólares.