Según Michael Petersen, experto militar estadounidense y director del Instituto de Estudios Marítimos de Rusia (RMSI, por sus siglas en inglés), la operación militar rusa en Siria ha demostrado la gran capacidad de su Armada. "Considero que es algo que no podrían haber hecho hace diez años; ahora la intervención en Siria se realizó utilizando las capacidades de maniobra de su Flota en el Mar Negro", declaró en una entrevista a la agencia Sputnik.
Petersen considera que Rusia defiende sus derechos legítimos de seguridad nacional y la misión del RMSI es asistir a las autoridades estadounidenses a comprender aquellos intereses y lo que los motiva. Según el experto, el propósito del RMSI es ayudar a la Armada de EE.UU., la Guardia Costera y el Departamento de Estado a "tomar mejores decisiones sobre los retos que provienen de Rusia".
El experto afirma que la Armada rusa ha mostrado un progreso significativo en los últimos años respecto al uso de su tecnología y la capacitación de su personal militar, aunque considera que "algunas de sus plataformas navales pueden resultar muy caras para el presupuesto estatal". De esta forma, ha calificado al submarino de ataque tipo Severodvinsk, como algo "astronómicamente caro" y considera que Rusia aún enfrenta inconvenientes con los misiles balísticos intercontinentales Bulavá, que se utilizan para armar a los submarinos, y que tiene problemas en la "adquisición de motores a gas debido al tema de Ucrania".
Además, el director del RMSI mencionó el tema de la presencia rusa en el Ártico. A pesar de considerar que Rusia "ha operado bajo las normas establecidas" en dicha región y que "han demostrado un nivel de cooperación muy apropiado", señala que tanto EE.UU. como la OTAN deben prestar mayor atención al incremento de sus fuerzas y capacidades de maniobra.
"Siempre han contado con tremendas capacidades de maniobra en el Ártico", señaló Petersen y aseguró que aún se siente "optimista de que podamos encontrar áreas de cooperación".