Dmitri Peskov, portavoz de la presidencia de Rusia, ha respondido a las acusaciones del Gobierno de EE.UU. sobre los ataques cibernéticos relacionados con su campaña presidencial, informa Interfax.
"¡Otra vez esa tontería! El sitio web del presidente de Rusia es atacado por decenas de miles de 'hackers' diariamente. Muchos de estos ataques se originan en territorio estadounidense. Pero nosotros no culpamos de ello a la Casa Blanca o a Langley [sede de la Agencia de Inteligencia de EE.UU. (CIA)]", declaró Peskov.
El pasado 7 de octubre, el Gobierno de EE.UU. acusó formalmente a Rusia de "interferir en el proceso electoral del país", afirmando que la inteligencia "está segura" de que Rusia se encuentra detrás de los recientes ciberataques contra las cuentas de correo electrónico de algunos trabajadores públicos y organizaciones estadounidenses.
Asimismo, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) afirmó que el nivel de planificación y esfuerzo para realizar los ataques demuestran que fueron autorizados al más alto nivel. Además, EE.UU. considera que Rusia actúa de la misma manera para influir en la opinión de la sociedad en otros países.
"No existen pruebas sobre tan grave acusación"
El vicecanciller ruso Serguéi Riabkov se ha referido a este tema señalando que no existen pruebas válidas que soporten la acusación del Gobierno estadounidense, informa TASS. "Desde hace varias semanas se repiten aseveraciones sobre nuestra participación en la divulgación de mensajes entre ciudadanos estadounidenses y nuestro intento de atacar servidores informáticos", señaló Riabkov. El diplomático fue enfático al repetir que "no existen pruebas sobre tan grave acusación".
El vicecanciller aseguró que nunca existieron evidencias sobre lo señalado por la inteligencia estadounidense e incluso remarcó que podría ser "inventado bajo solicitud específica de Washington, con el fin de incitar la histeria antirrusa, que ha alcanzado límites sin precedentes".
El activista de la coalición ANSWER, Daniel Shaw, opina que con estas acciones EE.UU. busca distraer a los ciudadanos de los verdaderos problemas que enfrenta el país.