El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas votó este sábado una resolución de Francia y España sobre un alto el fuego en la ciudad siria de Alepo, propuesta que implica el cese inmediato de los bombardeos, vuelos militares sobre la ciudad, y la distribución urgente de ayuda humanitaria a todas las zonas sitiadas.
Como resultado de la votación, la resolución recibió la mayoría de los votos a favor para ser aprobada. No obstante, Rusia hizo uso de su derecho a veto y así evita que se aplique la exclusión aérea sobre Alepo. Según declaraciones del Ministerio ruso de Exteriores, el veto se debe a que la resolución serviría para "proteger y cubrir a los terroristas de al Nusra y a sus posibilidades de reorganizarse".
"Mientras se discutía el proyecto de resolución, la delegación rusa propuso una serie de correcciones constructivas, centrados en darle más objetividad a la resolución e insistimos en la necesidad de separar las fuerzas, denominadas como oposición 'moderada', de los terroristas", expresa el Ministerio de Exteriores ruso en el comunicado.
"Este fallido intento de abusar de la autoridad del Consejo de Seguridad confirmó la obsesión francesa de quere un cambio inconstitucional del poder en Siria a base de usar el terrorismo internacional como recurso, los cuales ya reciben generosos suministros desde el extranjero", concluye el comunicado.
El representante de Rusia ante la ONU, el diplomático Vitali Churkin, denunció que la iniciativa no busca un avance en la situación en la ciudad siria, sino que tiene como objetivo provocar el veto de Moscú. "No se acepta la resolución ya que en su contra votó uno de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad", explicó Churkin.
Por su parte, Rusia presentó después su proyecto de resolución para ser sometido a voto. No obstante, este no fue aprobado por sólo obtener cuatro votos a favor pero nueve en contra.