El niño japonés protagonista de esta historia no podrá nunca olvidar lo que encontró flotando de la sopa de ramen que le sirvieron en un restaurante de Shizuoka, informa 'Japan Today'. Para sorpresa del menor y de su madre, se trataba de un trozo de un dedo pulgar humano cubierto parcialmente por una uña. Medía entre 7 y 8 milímetros de longitud y uno de ancho.
Tras investigarse el caso se conoció que dos días antes del suceso una empleada del restaurante se cortó el dedo pulgar de la mano izquierda mientras cortaba carne de cerdo con ayuda de una máquina. El establecimiento pidió disculpas a los clientes y prometió tomar las medidas necesarias para evitar que se produzca algo similar en el futuro.