Diabetes, cáncer, leucemia, tiroides, ceguera y amputaciones son algunas de las consecuencias que padecen los mexicanos por el excesivo consumo de azúcar en refrescos, jugos y bebidas energéticas, entre otras.
Fiorella Espinosa, investigadora en salud alimenticia de la asociación El Poder del Consumidor, afirma que además de los 24.000 fallecimientos, las bebidas azucaradas contribuyen a 75.000 amputaciones ocasionadas por la diabetes mellitus; además, un consumo excesivo puede propiciar la aparición de retinopatía diabética, la cual puede llegar a provocar ceguera.
Por su parte, el vocero de la red de organizaciones Contrapeso, Luis Manuel Encarnación, aseguró que el Congreso mexicano tiene la responsabilidad de fortalecer las medidas que contribuyen a reducir el consumo de bebidas azucaradas, tal y como recomendó la Organización Mundial de la Salud (OMS), a fin de que el gravamen pase de 10% a 20%.
Según información de la Alianza por la Salud Alimentaria (ASA), un refresco de 600 mililitros contiene alrededor de 60 gramos de azúcar, colorantes artificiales y una sustancia denominada metilimidazol, relacionada con el desarrollo de cáncer de pulmón, hígado, tiroides y leucemia.
'Melcocha tóxica'
Hace unos días, la Alianza por la Salud Alimentaria en conjunto con el artista plástico Iván Puig presentaron su proyecto 'Fórmula Secreta' (Fó Se), donde demostraron que por medio de la destilación de refrescos se obtiene 'melcocha tóxica' y agua pura.
La 'melcocha tóxica' está constituida por azúcares añadidos provenientes del azúcar de caña y del jarabe de maíz de alta fructuosa y por aditivos.
El proyecto busca generar una reflexión entre los mexicanos sobre la falta de medidas de parte de las autoridades para regular el etiquetado de estos productos altos en azúcar, la publicidad y su acceso en espacios escolares, así como el uso de colorantes y saborizantes artificiales no saludables.
De acuerdo con la explicación, la población en general no puede identificar los aditivos que contiene una gaseosa en la información del envase, ya que la industria refresquera los esconde bajo el término 'concentrados', y esto ha provocado que entre el 58% y 85% de la población rebase la cantidad diaria de azúcares añadidos recomendada por la OMS.
Según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de 2012, la última llevada a cabo en México, las bebidas azucaradas aportan cerca del 70% de los azúcares añadidos que consume la población en un día y existen evidencias científicas que establecen una relación directa entre el consumo de bebidas azucaradas y el desarrollo de obesidad, diabetes, hipertensión, enfermedades cardiovasculares, síndrome metabólico, daño renal y caries.
Además, los estudios señalan que un consumo frecuente de tan solo una lata al día, es decir, 355 mililitros, es suficiente para elevar el riesgo de presentar esas enfermedades.